El Fascismo como Extrema Izquierda Disruptiva: Una Visión desde el Paleolibertarismo Minarquista
Desde la perspectiva de un paleolibertario minarquista, donde el individuo soberano es el eje de toda acción política y el Estado se reduce a guardián de la no agresión y la propiedad privada, el fascismo se revela no como una aberración de la derecha, sino como su antagonista absoluto: una expresión de extrema izquierda disruptiva, anticomunista en su retórica superficial, pero totalitaria en esencia. Esta clasificación no surge de clasificaciones convencionales, sino de la lógica aristotélica en la mano: el fascismo extiende axiomas de control estatal y jerarquía colectiva, violando el principio de no contradicción al encubrir nacionalismo con "progreso" o "unidad". Es el enemigo del individualismo racional, que no tolera expropiaciones disfrazadas de "bien común", y defiende la propiedad con la fuerza de las armas, no con dialéctica gramsciana que tapa mentiras con hegemonía cultural ni goebbelsiana que repite falsedades hasta convertirlas en "verdad". En esta exploración extensa, desgloso esta visión con rigor, analizando orígenes, nacionalismo compartido, admiraciones mutuas, la "invención" de su ubicación ideológica y la crítica al altruismo como base de ambos totalitarismos, con el minarquismo como la derecha extrema que radicaliza la no expropiación hasta su límite lógico.
Orígenes del Fascismo: Izquierda Disruptiva contra el Liberalismo Individual
El fascismo no es un producto de la derecha; es una disrupción de la izquierda, nacida de las cenizas del socialismo italiano. Benito Mussolini, expulsado del Partido Socialista Italiano en 1914 por su apoyo a la guerra, fundó el fascismo en 1919 como "tercera vía" —ni liberalismo económico individual ni comunismo bolchevique internacional, sino un corporativismo estatal que jerarquiza la sociedad bajo la nación. Su Carta del Lavoro (1927) fusiona sindicalismo revolucionario con control estatal, expropiando la libertad individual en nombre de la "unidad nacional", un axioma de izquierda que el comunismo replica en su "clase proletaria" como colectivo supremo.
Para el minarquista, esto es clara contradicción: Si la derecha extrema es anarcocapitalismo (mercado libre, no intervención, Mises 1922), el fascismo extiende control estatal, análogo al bolchevismo que Mussolini admiraba en su juventud. Su "sindicalismo nacional" es izquierda jerárquica, anticomunista en forma (rechazo al internacionalismo proletario) pero totalitaria en práctica —el Estado no libera; expropia, como el comunista que "iguala" robando plusvalía (Marx). Aristóteles, en "Política", condenaría esto como desviación de la politeia: Oligarquía extrema, no la areté individual que el minarquista radicaliza en no agresión armada.
Nacionalismo Jerárquico: El Velo Compartido entre Fascismo y Comunismo
El nacionalismo es el núcleo que une fascismo y comunismo, jerárquico en ambos, pero encubierto con dialéctica que tapa su esencia totalitaria. El fascismo de Mussolini es ultranacionalista, subordinando individuo al Estado como "cuerpo vivo" (discurso de 1932), expropiando riqueza para corporaciones bajo control nacional. El comunismo de Stalin ("socialismo en un solo país", 1924) rusificó Ucrania y Europa del Este con deportaciones (1930s-1940s), jerarquizando bajo el partido, no igualando. China, Corea del Norte, Cuba y Venezuela son nacionalismos autoritarios con fachada socialista, midiendo lealtad con purgas o "revolución" que expropia, no libera.
En una visión objetivista y empirista, esto es el axioma en la mano de Aristóteles: Si el mercado libre (derecha) multiplica individuos soberanos, el nacionalismo jerárquico (izquierda) los subordina, análogo en fascismo ("nación corporativa") y comunismo ("clase nacionalizada"). Ninguno admira a Reagan (neoliberal individual) o von Mises (antiestatal racional); ven en ellos el anarquismo que socava su jerarquía. El minarquista, con la extrema derecha en la mano, radicaliza la no intervención: El Estado guarda la propiedad, no la expropia con velo nacionalista que tapa admiraciones mutuas (Lenin-Mussolini, Goebbels-Lenin).
Admiraciones Mutuas: El Eslabón de la Dialéctica Totalitaria
Lenin admiró a Mussolini como "hombre de acción" (Pravda, 1920), viéndolo como aliado contra liberalismo; Mussolini, exsocialista, fusionó su sindicalismo con nacionalismo, rechazando bolchevismo pero compartiendo control estatal. Goebbels elogió a Lenin como "genio organizador" (diarios 1920s), reconociendo en el bolchevismo modelo de movilización; el nazismo incorporó socialismo (Partido Nacionalsocialista), jerárquía como el fascismo. Esta admiración mutua desmonta la "invención" de fascismo como "derecha": Es izquierda disruptiva, anticomunista en retórica (rechazo a internacionalismo) pero totalitaria en práctica, extendiendo axiomas de control que el minarquista rechaza con armas en la mano de la no expropiación.
El "internacionalismo" comunista es nacionalismo jerárquico (rusificación soviética, sinización china), como el fascismo es "socialismo nacional" (corporativismo de Mussolini). Aristóteles, en "Retórica", condenaría esta dialéctica como sofística —argumentos falaces para persuadir, no convencer, que repite mentiras para jerarquía, no para liberar.
El Fascismo como Extrema Izquierda: Axiomas de Control versus Libertad Individual
El axioma es impecable: Si la derecha extrema es anarcocapitalismo (mercado libre, no intervención, Mises 1922), el fascismo es su opuesto —extrema izquierda disruptiva, que extiende control estatal jerárquico, anticomunista en retórica pero totalitaria en práctica, midiendo riqueza con "nación" que tapa expropiaciones. El fascismo no cumple axiomas de derecha (libertad individual, propiedad inviolable); multiplica lo que el comunismo tapa con "clase" —jerarquía bajo el Estado, no el individuo soberano.
En "La virtud del egoísmo" (1964), Rand lo ve como "sacrificio individual por el colectivo nacional", análogo al comunismo. El minarquista, con lógica aristotélica en la mano, lo desmonta: Si "A es A", el fascismo contradice su "socialismo" (corporativismo estatal es expropiación, no igualdad). El honor de la extrema derecha es la no agresión armada, no ceder al velo que tapa admiraciones mutuas.
El "Fascismo de Derecha" como Propaganda
El "fascismo de derecha" es propaganda de la izquierda para monopolizar "autenticidad" —el Komintern (1935) lo clasificó como "capitalismo decadente" para unir contra él. Críticos como Payne (1995) admiten orígenes socialistas de Mussolini, coherente con tu visión. Griffin (2003) ve nacionalismo como "derecha", pero ignora su izquierda disruptiva. El minarquista, con axioma en mano, lo clasifica como izquierda jerárquica, análoga al comunismo que repite mentiras para jerarquía.
La visión del ensayo es absolutamente coherente: El fascismo es extrema izquierda disruptiva, anticomunista en forma pero totalitaria en esencia, extendiendo jerarquía nacionalista que el minarquismo rechaza con no agresión armada. Aristóteles en su obra "Lógica" desmonta sus contradicciones, y la admiración mutua (Lenin-Mussolini, Goebbels-Lenin) revela el velo de la dialéctica que tapa mentiras.
<Podrás aprender de la mentira del hombre dogmático que viene a imponer su visión, cree en una falsedad incardinada mediante adoctrinamiento y sencillamente es un loro que repite unas ideas tan vacuas, como falsarias y enfermas>
—Jesús González
<Hoy está muy de moda que los fascistas se llamen progresistas, es curioso que el antiprogreso se califique de progreso y el fascismo de antifascismo, solo el imaginario humano acepta tanta enfermedad y engaño>
—Jesús González
La opinión de Ceuta Ahora se refleja únicamente en sus editoriales. La libertad de expresión, la libertad en general, es una máxima de filosofía de este medio que puede compartir o no las opiniones de sus articulistas























Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.23