Lunes, 20 de Octubre de 2025

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Redacción
Sábado, 18 de Octubre de 2025
Informe

La brecha de la pobreza en España: Ceuta, una región de exclusión en el mapa nacional

Unas 36.000 personas atrapadas en un ciclo de precariedad que agrava las desigualdades estructurales

En un contexto de ligera mejora general en los indicadores de pobreza en España, donde la tasa AROPE (At Risk Of Poverty or social Exclusion, o riesgo de pobreza o exclusión social) desciende al 25,8% de la población en 2024 —el nivel más bajo en una década—, Ceuta emerge como un punto crítico de vulnerabilidad. 

 

Según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicados en febrero de 2025 a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), más del 40% de la población ceutí —concretamente el 42,2%— se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social. 

 

Esta cifra, que refleja ingresos de 2023, posiciona a la ciudad autónoma como la segunda más afectada del país, solo por detrás de Melilla (44,5%), y muy por encima de la media nacional. En un territorio de apenas 85.000 habitantes, esto equivale a unas 36.000 personas atrapadas en un ciclo de precariedad que agrava las desigualdades estructurales en el extremo sur de Europa.

 

 

Ceuta bajo la lupa: un 40% al límite

 

El indicador AROPE, adoptado por la Unión Europea para medir la pobreza multidimensional, combina tres pilares: el riesgo de pobreza relativa (ingresos inferiores al 60% de la mediana nacional, que en 2024 se sitúa en 11.584 euros anuales por persona), la carencia material y social severa (incapacidad para cubrir necesidades básicas como calefacción, comidas proteicas o imprevistos) y la baja intensidad laboral (hogares con escasa actividad empleadora). 

 

En Ceuta, estos componentes revelan una realidad alarmante:

 

 

  • Riesgo de pobreza relativa: Afecta al 34,6% de la población, frente al 19,7% nacional. Esto significa que casi un tercio de los ceutíes vive con menos de 7.000 euros al año por persona, un umbral que, aunque ajustado al contexto español, ignora los costes elevados de la insularidad y la dependencia de importaciones.
  • Carencia material severa: El 14,6% de los hogares no puede permitirse lo esencial, como una semana de vacaciones anuales (33,4% nacional) o afrontar un gasto imprevisto de 650 euros (35,8% en España). En Ceuta, esta cifra duplica la media, con un 19,1% reportado en datos previos de 2023, y refleja la erosión de la capacidad de consumo básico.
  • Baja intensidad en el empleo: El 22,8% de los hogares ceutíes dependen de trabajos precarios o intermitentes, contribuyendo a una tasa de paro juvenil que ronda el 50%, según estimaciones locales.

 

Estos datos, actualizados en octubre de 2025 por el INE y analizados por entidades como EAPN (Red Europea de Lucha contra la Pobreza), confirman una tendencia persistente: Ceuta ha visto un leve repunte de 0,5 puntos en su AROPE respecto a 2023 (41,8%), en contraste con la caída nacional de 0,7 puntos. La infancia es el grupo más golpeado, con un 34,7% de menores de 16 años en exclusión —un aumento de 0,4 puntos—, lo que perpetúa un círculo vicioso de desigualdad intergeneracional. En un territorio fronterizo con Marruecos, factores como la inmigración irregular, el contrabando y la presión sobre servicios públicos saturan un sistema social ya frágil.

 

 

 

Ceuta frente al mosaico español: de la cabeza a la cola

 

España presenta un mapa de pobreza polarizado, donde el norte industrial y turístico contrasta con el sur agrario y dependiente de remesas. Ceuta, con su 42,2%, no solo duplica la media nacional (25,8%), sino que se erige como un outlier en un ranking donde las ciudades autónomas arrastran el lastre histórico de la pobreza. 

 

Comparada con el resto del país, su posición es la segunda peor, superada solo por Melilla, pero por encima de regiones enteras como Andalucía (35,6%), que alberga a 3,3 millones de personas en riesgo.

 

A continuación, una tabla comparativa de las tasas AROPE por comunidades autónomas y ciudades en 2024 (datos INE, ingresos 2023), ordenadas de mayor a menor vulnerabilidad:

 

 

 

Comunidad Autónoma / Ciudad

Tasa AROPE (%)

Diferencia con media nacional (p.p.)

Población en riesgo (aprox.)

Melilla

44,5

+18,7

20.000

Ceuta

42,2

+16,4

36.000

Andalucía

35,6

+9,8

2.200.000

Castilla-La Mancha

34,2

+8,4

860.000

Extremadura

32,4

+6,6

270.000

Región de Murcia

32,4

+6,6

550.000

Canarias

31,0

+5,2

750.000

Comunidad Valenciana

29,5

+3,7

1.600.000

Galicia

25,0

-0,8

700.000

Media España

25,8

-

12.500.000

Castilla y León

22,5

-3,3

530.000

Asturias

22,0

-3,8

220.000

Comunidad de Madrid

20,5

-5,3

1.400.000

Aragón

20,0

-5,8

140.000

Cantabria

19,8

-6,0

60.000

La Rioja

19,5

-6,3

30.000

Cataluña

19,0

-6,8

1.500.000

Comunidad Foral de Navarra

18,3

-7,5

130.000

Illes Balears

16,2

-9,6

220.000

País Vasco

14,8

-11,0

350.000

 

Fuente: INE, ECV 2024. Puntos porcentuales (p.p.) respecto al 25,8% nacional. Población estimada en riesgo basada en censo aproximado.

 

Este desglose ilustra la brecha territorial: mientras el País Vasco mantiene un oasis de bienestar con solo el 14,8% en AROPE —gracias a un PIB per cápita un 27,7% superior a la media—, Ceuta languidece con un PIB por habitante 26,5% inferior (22.760 euros anuales). Andalucía y Castilla-La Mancha, con economías agrarias volátiles, se acercan al perfil ceutí, pero su escala masiva amplifica el drama humano. 

 

En contraste, la caída general en España —impulsada por un crecimiento del PIB del 2,5% en 2024 y un empleo que sube un 2,2%— no llega a los enclaves periféricos, donde la precariedad laboral (paro del 20% en Ceuta) y la inflación en bienes básicos (energía y alimentos) erosionan cualquier ganancia.

 

 

 

Implicaciones y un llamado a la acción

 

La situación de Ceuta no es un accidente geográfico, sino el reflejo de políticas insuficientes: dependencia del presupuesto estatal (el 80% de sus ingresos), migración transfronteriza y una economía terciaria vulnerable al turismo y el comercio informal. 

 

Aunque el ingreso medio nacional creció un 5,1% a 14.807 euros en 2023, en Ceuta apenas repuntó un 2%, insuficiente para compensar el coste de vida insular. La pobreza severa infantil, que afecta al 14,1% de los menores (un millón en España), exige medidas urgentes como rentas mínimas garantizadas y bonos por hijo, ausentes en un país que aún no ha implementado una prestación universal por crianza.

 

En resumen, mientras España celebra una década de mínimos en pobreza, Ceuta clama por visibilidad. Su 40% en riesgo no es solo una estadística: es un recordatorio de que la cohesión territorial es el talón de Aquiles de un país en recuperación. Sin inversiones focalizadas —en empleo cualificado y vivienda asequible—, la Ciudad seguirá siendo el rostro más crudo de una España dividida. 

 

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