El presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta es imprevisible e inverosímil. En el primer caso, dentro del Partido Popular hay personas que piensa en el trato que Vivas dispensa a Fátima Hamed es como si pensara en ella como posible sustituta en el sillón del Gobierno local. Y en el segundo caso, el término que aplicamos es porque nada está escrito sobre el futuro que dejará el longevo político cuando decida trasladar su legado a quien le releve en el puesto. En ambos casos, la islamización de Ceuta es un hecho constatable con suficientes pruebas que así lo determinan, porque Juan Vivas atiende a dos sectores bien definidos de la sociedad ceutí: las élites y la clase media musulmana. En ambos casos, con subvenciones generosas que, salidas de las arcas municipales a cuenta de nuestros impuestos, contribuyen a satisfacer electoralmente las ambiciones políticas del viejo político, llamado al paso que va, a eternizarse por los siglos de los siglos.

Un político éste Juan Vivas, incoherente en sus planteamientos políticos porque, como sosias de Pedro Sánchez, y tan mentiroso como éste, se ha hartado hasta la saciedad de declarar que compartía, apoyaba y consideraba acertada la actuación de la que fue su número 2, la vicepresidenta del su Gobierno, Mabel Deu del Olmo, - a la que acompañó una y otra vez, hasta las puertas de los Juzgados, pero no más allá-, y sin embargo no ha sido capaz, en un ejercicio de coherencia política y de principios, dimitir tras la condena de su "Mabelita", demostrando que una cosa es predicar y otra dar trigo o que, del dicho al hecho, va un trecho.

No se le queda atrás el PSOE, traidor por antonomasia, cuando la máxima responsable del área de Menores, Antonia Palomo es quien denuncia la situación de la devolución de 55 menores a Marruecos en aquélla infausta jornada de mayo de 2021, por considerar que se incumplían las normativas al efecto. Una denuncia que afectaba directamente a Delegación del Gobierno y por extensión al Ministerio del Interior, de Fernando Grande Marlaska. Con el paso del tiempo y las correspondientes condenas, donde los gerifaltes de Interior perdieron la memoria de las consignas realizadas y sufriendo un caso muy singular de Alzheimer transitorio y oportuno, dejaron a los pies de los caballos a su delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, "sacrificada" por la causa.

Sin embargo, con ser grave la situación, lo es muchísimo más que como "premio" a este ejercicio de rectitud jurídica de Antonia Palomo, se le nombra posteriormente en el PSOE local nada menos que Presidenta del partido; la misma que había llevado al cadalso a su "compañera" del alma, Ory y por defecto, al propio Gobierno nacional al estar implicado uno de sus Ministerios, (el de Interior), se había visto en entredicho con una decisión que estaba muy por encima y sobrepasaba por legitimidad a las dos condenadas por la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, además del testimonio de Antonio Palomo en sede judicial nada favorable, por cierto, a las dos políticas sentadas en el banquillo.

Ni el PP tiene vergüenza y mucho menos el PSOE. Aquél apoyando en el caso de los menores devueltos a los socialistas y éstos señalados por su actual presidenta del partido, lo que demuestra en el caso de Juan Vivas que su declaración política en favor de Mabel Deu era postureo, simplemente para engañar y de mero "bien queda", porque nunca pensó en su propia dimisión en coherencia con sus palabras y supuesto apoyo a la exvicepresidenta de su Gobierno condenada y por su parte, el PSOE sigue siendo un "cajón de sastre", como lo demuestra el hecho de su última concesión a Juan Vivas quien ha vetado la designación socialista de Antonio Gil como consejero del partido socialista en Obimace, en respuesta a una "vendetta" personal del propio Vivas a la que se ha plegado el PSOE sin carácter, principios, ni rigor, a no ser que haya sido a cambio de alguna prebenda que el tiempo desvelará.

Con estos bueyes (dicho sea con el máximo respeto), nos encontramos arando en la política local donde una Fátima Hamed amiga de un empresario marroquí conectado con la mujer más poderosa del vecino país, promueve en el Pleno de la Asamblea facilitar la entrada desde Marruecos de productos perecederos, tal vez para demostrar la debilidad del Gobierno español y facilitar, que Marruecos pueda emprender una nueva andanada contra España, porque Fátima Hamed no busca votos con esta petición alimentaria sino, quien sabe, si seguir consignas ocultas para perjudicar a Ceuta. En estos planteamientos, Vivas y Fátima Hamed coinciden, por ejemplo, en no cambiar el Reglamento de la Asamblea para evitar el sonrojo y villanía, de que un diputado del MDyC esté en prisión por presunto narcotráfico, sin que el longevo político vea en esta vergonzosa situación ningún desprestigio institucional, ni se vea atribulado en su indecencia, él que dice ser tan cuidadoso en la imagen de Ceuta a todos los niveles. El escaño vacío en la Asamblea de la Ciudad de Ceuta porque un diputado de Fátima Hamed esté en prisión es una afrenta al honor, el buen nombre y el prestigio de una institución mancillada con la anuencia de Juan Vivas. Para Fátima Hamed, este hecho queda lejos de ser "non grato", lo que dice mucho de su condición personal en cuestión de principios y valores.

Por ello, en el Partido Popular, hay quien piensa que, con estas conductas tan coincidentes, tal vez Juan Vivas está pensando en Fátima Hamed como sucesora de él en el sillón del Gobierno local. De momento, el veterano político, ya tiene un camino bien marcado a nivel de subvenciones cuantiosas y variadas a colectivos musulmanes. En esa predicada multiculturalidad, se cumple el mensaje bíblico: "Muchos son los llamados y pocos los elegidos".

Alguien pidió la relación de subvenciones que reparte la Ciudad Autónoma y la identidad de los colectivos, (para confrontar la multiculturalidad), recibiendo por respuesta el silencio como si se tratara de un secreto de Estado. Signo inequívoco de que aquí hay pecado. La ocultación del destino del dinero público no es la mejor prueba de confianza ni de rigor para desenmascarar fantasmas. Se ve que alguien no quiere bajar a los infiernos por si se condena en el fuego eterno. Lo peor es que todo acabará sabiéndose porque entre el cielo y la tierra, no hay nada oculto.