La Protectora de Animales y Plantas de Ceuta quiere mostrar públicamente su apoyo a las iniciativas ciudadanas que reclaman la creación de un crematorio público de animales en nuestra ciudad. Se trata de una infraestructura esencial para garantizar un trato digno y respetuoso al final de la vida de todos los animales de Ceuta: los que han sido abandonados en nuestras instalaciones, los que todavía sobreviven en la calle, los que viven en cautividad, y también aquellos que, a lo largo de su vida, han estado al servicio de las personas y del Estado en labores de auxilio, rescate o seguridad.

No podemos olvidar que muchos de estos animales han entregado su vida a las personas, rescatando cuerpos, acompañando en el dolor, protegiendo a la ciudadanía. No merecen quedar en el olvido ni ser tratados como simples objetos de desecho. La muerte de un animal, en cualquier circunstancia, debe ser entendida desde el respeto y la empatía.

Cada vez más familias viven la pérdida de un animal con el mismo dolor que la de un ser querido. Son compañeros de vida, presentes en los momentos buenos y malos, que dejan un vacío enorme cuando parten. Sin embargo, esta realidad sigue siendo muchas veces banalizada y tratada con frivolidad. Una sociedad justa y digna no puede permitirse ignorar este vínculo.

La nueva Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales obliga a las administraciones a garantizar un trato digno en todas las etapas de la vida animal. Es por ello que exigimos a la Ciudad Autónoma de Ceuta que asuma su deber moral, ético y legal y ponga en marcha un crematorio público, accesible y gestionado con todas las garantías sanitarias y ambientales.

Desde la Protectora recordamos que recientemente registramos una propuesta científica para la protección de la fauna silvestre en los montes de Ceuta, y ahora pedimos que este nuevo punto sobre el crematorio se sume a las prioridades urgentes. Solicitamos a la Ciudad que nos traslade qué iniciativas está impulsando en este sentido y en qué plazos se prevé dar respuesta a esta necesidad ciudadana.

Los animales son parte de nuestra comunidad, de nuestras calles, de nuestros hogares y de nuestra historia colectiva. Honrar su vida y su despedida con dignidad es un compromiso ético que Ceuta no puede seguir postergando.