Quien quiera dudar de que el fútbol arrastra pasiones, y con él, un seguimiento total mediático es que no es conocedor del absoluto 'tirón' que tiene el balompié. Tenemos que dejar claro, meridianamente claro, que la gestión deportiva es, y a las pruebas hay que remitirse, muy buena en el momento en que se la ha dotado de profesionalidad y de conocimiento, rigor y valentía.

Tenemos que señalar, aupar y considerar artífice de todo ello la perseverancia, la constancia, la resiliencia mostrada por el presidente de la AD Ceuta. Es así. Los hechos lo muestran. El que la Liga Hipermotion haya empezado con tres derrotas no es óbice para oir y leer comentarios de los pesimistas de siempre, de los ninguneadores habituales que, incapaces de echar los arrestos para decir cómo, qué y de qué forma harían las cosas, lanzan sus aspavientos con mensajes negativos, sin percatarse del ridículo que hacen ante la mas que notable evidencia de lo que el Ceuta arrastra en beneficio de la ciudad, por sí mismo, por dónde está, por la categoría alcanzada. Queda mucha Liga por jugar y el Ceuta aún tiene que dar su 'golpe' en la mesa... Y lo dará. Estamos convencidos porque tiene plantilla para ello y los refuerzos que hoy llegarán.

Además de los éxitos deportivos de las últimas temporadas, el Ceuta ya ha sacado rédito de dos futbolistas (Uche y Efe), de momento. Los ha mostrado y ha hecho caja para las arcas. Está siendo capaz de equilibrar sus cuentas con humildad y ¡atención! sin pillar el dinero público que se le puso en su mano. Lo ha rechazado. Lo que no puede evitar -por necesario- el club caballa es que la Ciudad Autonoma haya invertido -decimos bien-, invertido. en los arreglos necesarios para que el escenario (Alfonso Murube) cuente con la infraestructura mínima exigida para que el Ceuta esté entre los clubes de la Liga de Fútbol Profesional. Y es inversión pública por el evidente retorno que trae, de imagen y de 'dineros' a distintos sectores económicos de la ciudad. Es así de real. El club es hoy día el buque insignia de la marca 'Ceuta. Es un hecho.

Es cierto que la AD Ceuta ha arrastrado masa, seguidores, ha multiplicado adeptos, generado cariño nacional en el mundo del fútbol (clubes y aficiones), pero que de ello algunos 'trepas políticos' traten de beneficiarse del tirón es sencillamente vomitivo. Imágenes de determinados jerifaltes políticos al lado del presidente del club que, por buen tipo -que lo es-, soporta esa utilización, es criticable. Criticable el político que trata de sacar rédito de algo que no le pertenece, creyéndose que así parezca que ha estado en los éxitos del club y que por ello está donde está. Pero lo que se aprecia realmente es precisamente la incapacidad del político de ser reconocido por su gestión pública tratando de mostrarse con un proyecto trabajado y exitoso de otros para beneficio de su imagen individual ya deteriorarada y aplaudido sólo por el grupo de pelotas complacientes que le siguen engañando -al político- diciéndole que es el mejor... Y se lo sigue creyendo.

Lo bueno es que la afición, toda ella y de todas las creencias y pensamientos políticos, es lo suficientemente madura y con criterio como para comprender y ver el ridículo que hace y/o hacen.

Que en la próxima comida de clubes haya solo eso, clubes. Lo demás es, lo de siempre, ese boato provinciano antiguo y 'berlanguiano' donde solo faltaría el cura y el guardia civil. El Ceuta es mucho más que ese ridículo. Su moderna gestión, con gentes bien capacitadas para sus funciones y el denodado esfuerzo y trabajo es, en sí mismo, un ejemplo en el que debería mirarse el político. Rodearse de profesionales capaces mejor que con mediocres babeadores vendría bien al político y mucho mejor a Ceuta.