Marruecos
Marruecos avanza con su nuevo megapuerto en Nador financiado con fondos europeos sin las restricciones de la UE
El sector portuario español está sometido a las tasas medioambientales impuestas por Bruselas que los debilitan frente las dársenas marroquíes

Marruecos avanza a toda velocidad con la construcción de Nador West Med, su segundo megapuerto en el mediterráneo. Inspirado en el modelo de éxito de Tánger-Med, este proyecto estatal supone una inversión de 730 millones de euros para ganar terrenos al mar sin apenas oposición social ni ambiental.
La primera fase se prevé finalizada entre finales de 2026 y principios de 2027. El nuevo puerto contará con un dique principal de 4.200 metros, un muelle de 1.440 metros, una plataforma de 60 hectáreas y modernas grúas para mover hasta 3,5 millones de contenedores anuales, con posibilidad de ampliación. Además, funcionará como hub energético, con terminales de hidrocarburos y carbón.
El puerto competirá directamente con Algeciras, Málaga, Motril, Almería y Melilla, ofreciendo a las navieras menores costes operativos y exención del reglamento europeo de emisiones (ETS). Para reforzar su atractivo, Marruecos creará una zona franca de 8.000 hectáreas, similar a la de Tánger-Med, que generará unos 30.000 empleos.
El proyecto cuenta con el apoyo financiero del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD)y fondos de la Unión Europea. Mientras tanto, el Puerto de Algeciras acelera su propia ampliación para hacer frente a esta nueva competencia estratégica, clave en uno de los principales ejes del comercio marítimo mundial.
Competencia sin restricciones europea pese a su financiación
Como se ha apuntado, los puertos andaluces más afectados serían Málaga, Algeciras, Motril y Almería; que no competirán en igualdad de condiciones por las severas restricciones medioambientales impuestas por la Unión Europea son mucho mayores que las que tiene el Estado marroquí, lo que ha puesto en el foco la duda de si los fondos europeos destinados a terceros deberían otorgarse con la condición de implantar las mismas medidas medioambientales.
Una de estas medidas es una tasa de sostenibilidad que hace referencia a la huella de carbono que los buques dejan en todo su recorrido. Esta es llamada ETS y es en esencia un "recargo de emisiones" que cobra una tasa específica por cada milla náutica recorrida por el barco desde su puerto de origen hasta su llegada a un punto de descarga europeo. De hecho, varias navieras han buscado sortear este impuesto implementado en 2024 haciendo una escala en Tánger y allí cambiado la carga que se dirige a la UE a barcos más pequeños que se finalmente parten hacia Algeciras.
El Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), ha concedido tres créditos diferentes en los últimos años que han apoyado financieramente el proyecto marroquí. El último ha sido concedido en el pasado mes de marzo por un valor de 110 millones de euros, mientras que los otros dos fueron concedidos en 2015 y 2022 sumando una cuantía de unos 200 millones de euros.
Europa, tal y como lleva realizando con el sector primario acotándolo con severas restricciones y facilitando la importacion de productos no europeos sin esas restricciones, está copiando el modelo con otro sector estrategico, el marítimo-portuario al que se merma frente a otras infraestructuras no europeas a las que financia para una competencia desigual en detrimento de las propias.
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