
Estanterías de recuerdos, estanterías de libros
Vertiginosamente, a pasos agigantados, la nueva modernidad está desplazando a los libros de nuestra cotidianidad como hace muchos siglos lo fueron los papiros de Alejandría, Éfeso o Mileto por el fanatismo y la cerrazón.
Harto, observo cada vez más, imágenes tristes de contenedores repletos de libros, hoy sepulcros y no hace tanto ventanas y puertas a la aventura, poesía, comedia y tragedia, ficción y amoríos de la historia imaginaria o real. La sociedad no reacciona, e impasibles muchos seguimos resistiéndonos a aceptar ese injusto precio hacia la nueva realidad fluyendo infinitos sentimientos, pues no todo consiste en lo audio y visual.
En "mis estanterías de recuerdos" sigo buscando la isla del tesoro encontrado, a un príncipe caminando entre las dunas, los poemas de Bécquer y Rubén Darío, el negativismo según para quienes de Nietzsche, al pícaro de Tordesillas y al resabiado ciego de Tormes, los gigantes o molinos de la Mancha, enciclopedias, diccionarios, atlas, epopeyas de pastas acartonadas, poemarios cosidos a mano, petulancias y mil elixires, cuevas hasta para cuarenta ladrones, noveladas escenas del tiro entre ceja y ceja, textos del latín..., y todos mis libros preferidos bien conservados "agradeciéndoles" su leal y fiel compañía y todo lo aportado.
También se añoran esas imprentas de tipógrafos y tintas, los diarios mañaneros llegando al encuentro con los desayunos, aquellas películas de estreno anunciadas en papel y vistoso color, esos libros prestados en la biblioteca proyectando sueños y libertad. Se siente rebeldía y mucha pena al ver tanto libro tirado y muchos sin uso, abandonados.
Y es que hay muchos rincones del mundo donde se habla, se piensa y se sueña en nuestra lengua y con regocijo aceptarían su necesaria adopción, salvándolos del abandono o el reciclaje. Una sociedad que se llama civilizada no puede ser cómplice de esta cruenta y mísera verdad, ya que los libros merecen nuestro respeto, el respeto también enseñado e incorporado a través del papel y tantas ilusiones y creatividad en él impregnados.
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