Todo ha de cambiar para que todo siga igual, decía un viejo amigo, a quien parafraseándolo, el ínclito presidente de Ceuta, Juan Vivas se ha hecho el paradigma de la tomadura de pelo "caballa" con sus "apaños" a beneficio de parte (la suya).

Esta semana he leído que el grupo político Ceuta Ya, le atribuye el "traje a medida" que le ha diseñado este sastre de la política y filibustero sempiterno al exinterventor a quien mantuvo a dedo en el cargo dos decenas de años, sin sacar la plaza a concurso nacional por ser de Habilitado nacional. Se rió de los sindicatos, de la oposición, de las normas y de todo quisque. Es un descarado filibustero de la política, un indecente sin  escrúpulos y un vividor de la política, utilizando los fondos públicos a su antojo como si fueran de su propiedad.

El rescate de José María Caminero como director general de Finanzas, tras su jubilación obligatoria, es una "boutade", porque si para ser director general ha de reunirse el carácter de funcionario de carrera con el nivel A1, los incumplimientos en este sentido de Juan Vivas son numerosos, retorciendo la legalidad a su modo y manera.

Que un jubilado tenga condición de funcionario en ejercicio sin que ningún sindicato ni partido político lo lleve al Juzgado ni es ético, ni estético ni de política mínimamente decente. Dudo mucho de su legalidad pese a que apesta más a agradecer los "servicios prestados".

En una ocasión escuché a Juan Luis Aróstegui aludir en un Pleno que hay técnicos que hacían informes para la Presidencia a medida. En otra oportunidad, supe que un presidente de la Ciudad, decía a otro funcionario: "Quiero esto y házmelo legal". También recordé a Romanones cuando decía en su época: "Vosotros haced las leyes que yo haré los reglamentos". Y de manera más mundana, bien sabido es que se dice: "Hecha la ley, hecha la trampa".

Un funcionario ante mí, dijo sin el menor rubor: "Yo beso la mano que firma mi nómina", indicativo de su disposición a firmar cualquier documento que le pusieran por delante, por aquello de que el Derecho es interpretativo. Valiéndose de estas argucias, y de estos funcionarios tan corruptos, Juan Vivas, ha jugado sus cartas con la habilidad que le caracteriza y la permisividad que le otorgan quienes no lo llevan a los Tribunales.

En el conglomerado de las direcciones generales, hay un mosaico de personajes que merecen estudio. Aurora Visiedo en Fomento y Urbanismo, abogada, sobrina de Carolina Pérez quien ahí lleva desde el año 1991 en que Jesús Fortes metió en política desde su puesto de escaparatista en la tienda familiar de ropa hasta alcanzar su actual puesto de jefa de Gabinete de Juan Vivas, tras ser viceconsejera de diversos departamentos con Fortes y dar la nota en el Senado -que le valió el cese temporal del cargo- con su discurso sobre los musulmanes de Ceuta. Sin titulación universitaria alguna, ya es un logro el sueldazo que cobra por estar a la "sombra" de Juan Vivas a cuyo árbol se ha cobijado para lo que sea menester.

Emilio Carreira es otro al que Vox llevó a los Tribunales por carecer del nivel exigible para ser director general ya que no es nivel A1, pero una argucia de Juan Vivas - para protegerse de todo lo que sabe de él y del Parrido Popular, donde estuvo temporalmente suspendido de militancia-, se atrincheró en la experiencia que tenía en los diversos puestos políticos que ha desarrollado. Otro tanto sucede con Tamara Guerrero, tampoco funcionaria de carrera, fracasada de Ciudadanos en las elecciones locales y nacionales y fichada por su estrecha amistad con Alejandro Ramírez y aupada a directora general de Planificación de Inversiones y Servicios Urbanos desde la oficina de contabilidad de una empresa ceutí.

Las condenas judiciales poco le importan a Juan Vivas y así cuenta con Malika Al-Lal, directora de Igualdad y Lucha contra la Violencia de Género, sin importarle su pasado corrupto donde aceptó para no ir a la cárcel una condena de siete años de inhabilitación. Otra suspendida temporalmente de militancia en el PP al igual que Carreira, pero eso debe ser ya pasado para Juan Vivas como algo inocuo.

Rebeca Benarroch, directora general de Sanidad con un sueldo de 100.000 euros, unirá este "pastizal" al de su marido, el nuevo director general de Finanzas, con unos emolumentos similares. De manera que Juan Vivas enriquece a quien quiere, sin el menor rubor, mueve peones a su beneficio y libre albedrío, riéndose de todos mientras se lo permitan.

Los trajes a medida en política y las puertas giratorias, son la razón de ser de no pocos corruptos que buscan su amparo en otros escenarios sin dejar de "chupar" del dinero público. Juan Vivas en este caso, quiere unir a su longevidad como político la de Caminero en el área financiera.

Si el pasaje evangélico dice "por sus obras los conoceréis", Juan Vivas está más que retratado a nivel político y personal. Es el Pedro Sánchez de Ceuta como arquetipo de personaje filibustero y maniobrero. ¡Que siga la fiesta!