En un tablero político donde las mentiras académicas proliferan como la mala hierba, donde los títulos inventados son tan comunes como las ruedas de prensa vacías, la única que pagó el precio fue una reina sin corona, Noelia Núñez. Y su delito no fue mentir más que otros, sino ser demasiado peligrosa para todos: para el PSOE, para VOX, y sobre todo, para el PP que no comulga con Isabel Díaz Ayuso. 

Noelia no mintió más que nadie, mintió menos, y cuando se descubrió, dimitió. Pero los demás siguen. Sánchez sigue, con su doctorado jamás revisado públicamente y su currículum cambiante. Su esposa, con una “cátedra internacional” inventada, cuya legitimidad ha sido desmontada por medios y académicos. Su hermano, con una plaza blindada en el Instituto Cervantes gracias a una red de favores. Patxi López, que jamás aprobó primero de Ingeniería Industrial. Óscar Puente, con un máster fake de la sede del PSOE presentado como título universitario. Yolanda Díaz, que listó cursos sindicales como “másteres oficiales”. Y el matemático fake, Delegado del Gobierno en Madrid, al que nadie conocía ni en su barrio, y que se marchó sin rendir cuentas. 

Y luego está la tragedia de la DANA, donde José María Ángel Batalla —comisionado gubernamental— usó un título falso para ocupar su puesto, con muertos de por medio. Su esposa, Carmen Ninet, también cobijada en un cargo sin justificar su formación. Todo documentado. Todo confirmado por prensa nacional. Ninguno ha sido apartado con saña y escarnio nacional como lo fue Noelia, a la que no sirven para descalzar. 

¿Por qué entonces se entrega la cabeza de la única que no ha matado, ni manipulado, ni colocado a familiares, sino que simplemente encarnó una nueva derecha joven, popular, viral, y ferozmente eficaz? Porque Noelia era un problema real para todos los que quieren que el sistema no cambie. 

 La lógica de la cobardía 

 “Si tienes un 500 Smith & Wesson y tu enemigo un 22, y él te dice que tiréis las armas y luchéis con las manos... es que tú eres gilipollas.” 

Así ha sido. Se sacrificó una reina por el miedo a la incomodidad que generaba en tertulias de La Sexta, donde masacraba con datos, retórica y carácter a contrincantes sin réplica. Su caída no fue una purga por la verdad, sino una traición por conveniencia. 

Para CRISTO, eres un fariseo 

Porque no hay mayor hipocresía que callar ante la mentira si es de los tuyos y levantar la guadaña si es de quien incomoda. Noelia, como JESÚS en el Templo, volteó las mesas de los mercaderes de la política domesticada. Y eso no se lo perdonan, sepulcros blanqueados. 

Para Aristóteles, tienes la lógica de un bocadillo de mierda 

Cuando persigues con furia a una diputada por inflar un CV, pero a la vez justificas a ministros con títulos falsos que gestionan presupuestos millonarios y tragedias mortales, ya no estás hablando de ética: estás hablando de miedo. 

Para Sun Tzu, debiste ser fusilado al alba 

Quien entrega el arma más poderosa de su ejército, no busca ganar, busca rendirse. Noelia era el .500 Smith & Wesson del PP, y la cambiaron por un peón sin sangre, sin agallas y sin seguidores. 

Para Nikola Tesla, tu cerebro no tiene corriente alterna ni continua 

Porque no detectaste el voltaje político de una mujer que arrasaba en redes, movilizaba a jóvenes, y hablaba el lenguaje de una nueva derecha post-moderna, sin complejos, sin ataduras, sin traición a Ayuso. 

Para Sir Isaac Newton, tu ley de la gravedad es la gravedad de tu análisis errado 

"La más peligrosa Ley de Gravedad es la gravedad de un análisis patético, una táctica cobarde y una estrategia que te ha pasado el enemigo en una servilleta." 

Sir Isaac Newton bis, "La caída no es solo física; la caída del buen juicio es la verdadera ley que pesa sobre vosotros". 

Para el Gran Leonardo Da Vinci, pintaré mil veces desnuda a Noelia pero ni una sola a Puente 

Porque una transmite fuerza, belleza, fuego político y magnetismo auténtico. El otro... sólo másters falsos y frases huecas de marketing ferroviario. 

Para Camilo José Cela, iros a tomar por culo 

...los que no supisteis defenderla. Porque donde os faltó coraje, ella puso ovarios. No se esconde. No negocia con la verdad. No teme al linchamiento mediático. Y esa pureza es lo que os aterra. 

Una segunda Ayuso 

Noelia Núñez es lo que más se parece a Isabel Díaz Ayuso desde que Ayuso estalló en la política nacional. Inteligente, carismática, brutal en combate y viral en redes. Por eso la querían fuera los progresistas, los voxistas rancios y los populares cobardes. Por eso la llamamos: Hija de la Madre de Dragones. 

Porque como Daenerys Targaryen, se enfrentó al sistema de castas, quemó las cadenas del miedo, y sólo cayó porque no se doblegó ante quienes esperaban que callase o que mintiera como los demás. 

Conclusión 

Cambiar a Noelia por un peón gris no es estrategia: es suicidio político. VOX la teme, el PSOE la teme, algunos barones del PP aún más. No es casualidad: las reinas, en el ajedrez, son las piezas más peligrosas. 

Aquellos que no defienden a los suyos para presumir de la decencia que no muestran para derribar al diablo son peor que cualquier enemigo. 

Jesús María González Barceló