
El despegue (electoral) de Vox frente al bipartidismo
Marruecos teme la llegada de Vox al Gobierno de España, Gibraltar teme la llegada de Vox al Gobierno de España, los okupas otro tanto de temor a un Gobierno de Vox, también los inmigrantes al igual que los sindicatos (que no se manifiestan desde que este Gobierno traidor y corrupto se vende al chantaje del independentismo), los separatistas temen la llegada de Vox al Gobierno de España, ETA (Bildu) también teme que Vox tenga influencia en el Gobierno español, los Globalistas españoles y europeos temen también a Vox, ¿por qué se dan todos estos temores donde se incluye el deseo de socialistas por promover la ilegalización de Vox y no de los "etarras" de Bildu con las manos manchadas de sangre y del tiro en la nuca utilizando la 9 milímetros Parabellum?
España no es tonta y ya las encuestas, incluida la del tramposo del CIS Tezanos, sitúan al partido de Santiago Abascal acercándose al 20% de respaldo electoral y con un apoyo en diputados en algo más de los 50, equiparable al récord que ya obtuvo hace dos legislaturas. ¿Qué razones llevan a los jóvenes entre 18 y 35 años y a las mujeres a decantarse por el partido verde? La creciente y descontrolada inmigración que inunda nuestro país sin solución de continuidad, la crisis del campo donde el gobierno social-comunista está acabando con nuestra riqueza agrícola con sus políticas globalistas y, en especial, la inseguridad en nuestras calles, donde las violaciones y atentados de cualquier índole, provocan incertidumbres, temores, y altercados que para la supuesta "progresía" sólo representan "hechos aislados".
La sociedad española, al margen de aquellos paniaguados que están junto al pesebre de las subvenciones y las paguitas, quiere un cambio radical que traiga prosperidad, erradicación del saqueo de la caja común, seguridad jurídica y protección del Estado de Derecho. Y desde luego, nada de puterío pagado con nuestros impuestos ni enriquecimiento ilícito.
Vox ha exigido explicaciones, en el último episodio de traición a España del Gobierno de Sánchez, ante la retirada de la bandera nacional de dos islotes de Alhucemas, lo que supone en versión del partido de Abascal, "acrecentar la preocupación existente por la política exterior del Gobierno socialista".
Con todo este panorama, Pepiño Blanco, claro ejemplo de lo que es un socialista, capaz de vender a su patria a la misma Europa, quien ha ocupado cargo de relevancia en este país, con ese contrato firmado por la consultora ACENTO, liderada por el exministro socialista gallego, José Blanco, para defender los intereses agrícolas de Marruecos en Bruselas, y promover productos agrícolas marroquíes en la UE, fortaleciendo asi la influencia de Marruecos en los círculos políticos europeos.
Por otra parte, se suceden los atropellos a Vox, como esa patética escena del "Tribunal de Cuentos" que le imputaba 40 euros por financiación irregular y, a continuación, también pretende multarlo por idéntico motivo e imponerle una sanción de 50.000 euros, que será recurrida, tras ser acusado de haber recibido durante 2020 donaciones finalistas. Este órgano del Estado ya ha impuesto 1,1 millones de euros en sanciones a Vox por hechos similares: desde supuestas donaciones de pequeños importes realizadas por cajero automático hasta cuotas de afiliados o pagos del carné de militancia. Frente a escándalos de corrupción multimillonarios, que salpican a PP y PSOE, las sanciones impuestas a Vox tienen más castigo político que de fundamento legal y son una patética fórmula de manchar el buen nombre de un partido limpio de corrupción.
Lo cierto es que los estudios demoscópicos actuales, ya sitúan a Vox con 54 escaños y el 16% de apoyo electoral creciente, frente a la caída del PSOE por primera vez a los 99 escaños y Sumar a solo 8 escaños, lo que supone la hecatombe de un Gobierno traidor, en pleno debate sobre la inmigración irregular. De manera que, a mayor inmigración, mayor subida de Vox. Un caladero de votos que a la ciudadanía que trabaja, la que se levanta todas las mañanas a ejercer su labor, le estimula más para votar al partido de Santiago Abascal, frente a los que se dicen "progresistas" y nada más que han provocado déficit público galopante, miseria, empobrecimiento, subida de la inflación y camuflaje del paro con la ocultación de los múltiples fijos discontinuos para dar imagen de bajada del paro. Toda una falacia que no se corresponde con la economía real de las familias, cada vez más atracadas por la subida de la inflación al 2,7%, de la imposibilidad de veranear porque los sueldos sólo han subido en treinta años un 3% mientras en Irlanda lo han hecho un 63% y aquí se han disparado los precios y la fiscalidad, lo que significa que somos cada vez más pobres. El legado de Sánchez es más impuesto, peores servicios y empobrecimiento en general. Los españoles han de trabajar 228 días al año para pagar los impuestos que pagan al Estado. Encima, dos tercios de los españoles creen que los extranjeros no se integran en nuestra sociedad.
Vivimos en la bacanal de la mentira con un espectáculo dantesco de corrupción y confusión, donde se expiden másteres de cachondeo, a la vez que se propaga el bipartidismo del "y tú más", en materia de corrupción. A este respecto el Consejo de Europa avisa a Sánchez que no cumple ninguna de sus recomendaciones contra la corrupción. Y él dirá, "ni falta que me hace mientras me apoyen las sanguijuelas independentistas".
Sin escrúpulos, dando la nota aquí, allá y acullá, Sánchez es impresentable, un dirigente político denigrante para su país, desvergonzado e incompetente cediendo al chantaje de sus socios de investidura, abdicando de cualquier acción de gobierno medianamente decente.
La expresidiaria Munar de Baleares reaparece en un acto invitada por el Govern del PP y se fotografía entre risas con Prohens. Un Gobierno balear agasajando a una corrupta que sumó tres condenas con un total de 14 años de cárcel. Claro que ahí no acaba todo: el gobierno del PP de Mallorca paga 120.000 euros a tres entidades que rechazan el español en los colegios. ¿Se diferencia en algo el partido de Feijóo del partido de Sánchez? ¿Defienden lo mismo en ambos casos las lenguas no oficiales? Pues ahí tienen la clave del hastío y que llamen al PP el PSOE azul que lleva a desbarrar tanto al partido del dirigente gallego, que siguiendo la máxima del chiste sobre los de su tierra, a veces no se sabe si sube o baja las escaleras, porque a mitad de camino no se define. ¿Entienden ahora las razones de la subida electoral de Vox en la España actual?
Como escribió Virginia Wolf, "el despertar es lo que nos mata".
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