Informe de ACOHA
Ceuta, un millón a cambio de nada
El ansia depredador de la invisible Comisión ¿Islámica? se extiende a Ceuta, ciudad que desde 2018 le ha “regalado” cerca de un millón de euros "a cambio de nada"

Ceuta es la única ciudad de España que da dinero a una entidad que dificulta sobremanera el acceso a sus cuentas. Un dinero que no se queda en Ceuta y cuyo destino nadie conoce. Desde 2018 la Comisión Islámica ha recibido de la Ciudad casi un millón de euros. Ni un céntimo de ese dinero se ha quedado en Ceuta. Desde esa fecha la Comisión ¿Islámica? no puede justificar ninguna actividad en la ciudad a favor de los ciudadanos musulmanes de Ceuta. Cero.
¿Dónde va tanto dinero?
El convenio no ha sufrido modificaciones de ningún tipo, sin embargo, el aumento supera el 300%. De obtener 65.000 euros en 2018 a 290.000 en 2025.
La Asociación de Consumidores Halal, ACOHA, solicitó a la Ciudad las justificaciones de las cuentas de las subvenciones concedidas a las entidades musulmanas radicadas en la ciudad. La respuesta fue un simple “No procede”.
La Comisión ¿Islámica? no ofrece ningún tipo de servicios a los ciudadanos musulmanes de España. Es un fraude de enormes dimensiones. Las cifras no han parado de aumentar y sin que exista constatación de actividad. Los musulmanes de España tienen derecho a unos representantes legítimos y que estos sean suficientemente dignos para representarles, cosa que no ocurre en la actualidad.
La incongruencia mayor de este año tuvo lugar el pasado 16 de junio, cuando pasó sin pena ni gloria una enmienda a la modificación de los Presupuestos de la Ciudad Autónoma presentada por el diputado Navil Rahal, otrora en el PSOE y hoy integrado en ese núcleo de entidades “musulmanas”, léase Luna Blanca, Al Idrissi, y tantas otras, que loan a Vivas como rey y señor de vida, sin que importe el posicionamiento de su partido en asuntos de enorme trascendencia humanitaria como es Gaza, en la que solicitaba otros 150.000 euros para la Comisión Islámica de Ceuta. No hubo debate, pasó de hurtadillas. Se aceptó y punto. Y de buenas a primeras de 140.000 la subvención pasó a 290.000 euros. Todas estas ayudas son sin contraprestación, o lo que es lo mismo: pueden hacer con ese dinero lo que se les antoje. Y lo hacen.
Otro punto a tener en cuenta es qué hacen las federaciones adscritas a la Comisión ¿Islámica? La FEERI, de Benjeloun, por ejemplo, otrora digna y partidaria de principios éticos y morales, decidió subirse a la goleta de Adlbi y sin preguntar destino, un fantasma que solo aparece cuando tiene que fijar el importe de la dación por Ramadán; FEME, de Kaleem Mirza, un advenedizo que hizo sus maletas para asentarse en Arabia Saudí, dejando tras de sí una federación desaparecida desde hace años.
En teoría la Comisión ¿Islámica? debería destinar parte del dinero que recibe a estas federaciones y, estas a su vez, distribuirlo entre sus delegaciones repartidas por la geografía nacional. Nada se sabe, nada se recibe. En España todo lo que rodea al Islam es opaco y falto de transparencia. Son ellos los que promueven ese cielo de sombras y de ocultismo.
A los ciudadanos de a pie, los normales, se les aprieta y sanciona con normas que resultan indecentes desde una perspectiva ética y moral. Servicios Tributarios hace barridos y embarga todo lo que puede y no debe. Luego se lo dan a esta gente para que hagan con ello lo que quieran. Un regalo de 290.000 euros. Así cada año, y a cambio de nada, mientras la carencia de servicios e infraestructuras de calidad en la Ciudad resulta apabullante.
Los argumentos del exdiputado socialista para fundamentar su petición es que dicha partida irá dirigida a “la rehabilitación, el mantenimiento, el equipamiento, las reformas y la construcción para la Subvención de Rehabilitación de Mezquitas”. El objetivo, subrayó en el texto, es “asegurar la protección y puesta en valor del patrimonio cultural y los lugares de culto islámicos en Ceuta, medida que fomenta activamente la diversidad cultural y religiosa, pilar fundamental de la convivencia y la identidad de la Ciudad Autónoma”.
Un argumento pálido y sin fuerza real, pues para lo mismo se dio los 140.000 en junio, y 655.000 euros en los siete años anteriores sin ningún cambio producido.
El argumento de la “Convivencia” es usado para armar un razonamiento que no se sostiene bajo ninguna circunstancia y sí para trasladar la ya carcomida idea de que la convivencia es un bien que hay que preservar so pena de desvirtuarla, una amenaza que no debería producirse y que describe el perfil de estas personas.
Lo último de este exsocialista es que va pregonando por ahí que 60.000 euros de ese dinero se van a destinar a la compra de “alfombras” para una de las mezquitas de la ciudad. Las mezquitas no usan alfombras. Usan moquetas. Estaría bien que hiciera público el presupuesto de dicha compra con el membrete del proveedor, así como facturas de compra e instalación. También la autorización de Marruecos para acometer dicha obra.
Marian Aretio, secretaria general de ACOHA, tiene claro que la Comisión ¿Islámica? local no ha justificado hasta el momento qué hace realmente con la subvención ni ha explicado por qué piden aumentos año tras año en las ayudas a pesar de que ni se realizan actividades ni ha cambiado el convenio desde que se firmó en 2018.
“Este año se ha incrementado mucho sin ninguna justificación, sin ningún motivo y sin ningún cambio en ese convenio. A una comunidad islámica de ámbito nacional que también recibe financiación pública a nivel estatal. ¿En base a qué esa subida tan considerable?”, se pregunta Aretio.
Sobre la inexistencia de actividad de la Comisión ¿Islámica?, Aretio es contundente: “yo daría la enhorabuena a alguien que encontrara alguna actividad realizada por la Comisión Islámica de Ceuta”.
El convenio
“Impartición de clases de religión islámica y árabe”. Este es de los primeros cometidos que tiene la Comisión Islámica de Ceuta en su convenio con el Gobierno local.
“Ese primer apartado en el que se asienta este convenio, por así decirlo, está fuera de sentido. La administración no puede financiar las clases de religión, porque si no tendrían que ser todas en toda España. Además, el carácter aconfesional del país quedaría en entredicho, sobre todo cuando esta tarea ya tiene su espacio, financiación y todo reglado con la enseñanza religiosa educativa”, esgrime Aretio en relación a la Comisión ¿Islámica? a nivel nacional
Aunque aparece en los convenios, la Comisión Islámica no realiza ninguna actividad relacionada con la enseñanza de la religión. Ese espacio lo cubre la Asociación Al Idrissi, que recibe subvención, pero que cobra a los niños (unos 600) entre 20-25 euros/mes. La incógnita sobre si esos importes se declaran como servicios ante la Ciudad y como ingresos ante la Agencia Tributaria se mantiene desde hace años. No son pocos los que parapetados en el Islam extienden sus ansias de negocio cubriéndolas con un manto de religiosidad a claras luces inexistente, pues Hacienda somos todos. La religión empieza también por ahí. La senda de la tributación no parece que sea del agrado de este tipo de entidades.
La actividad de Al Idrissi no ofrece garantías suficientes de que esté velando por que los alumnos estén recibiendo una adecuada formación pedagógica y didáctica conforme a los estándares educativos básicos. Algunos profesores han expresado su malestar por las condiciones laborales existentes en el centro, haciendo hincapié en que las horas de alta en la Seguridad Social no se corresponden con las reales. En cuanto a la calidad de la enseñanza, no existe ningún órgano que se encargue de verificar e inspeccionar las programaciones didácticas, escasas y carentes de rigor pedagógico. Los actos de recitación del Corán que promueve resultan altamente llamativos por el rigor impuesto a las chicas, necesariamente ataviadas con hijab y otras prendas claramente de signo cultural. No se ve a ninguna con el pelo descubierto ni con prendas propias de su gusto. Las chicas tienen que vestir cómo digan ellos. Cercenan cualquier deseo de elegir vestido en libertad. Ellos visten al Islam a su manera.
Otro de los aspectos que se señala en el convenio es el de desarrollar programas de integración social de la población marginal. Iniciativa de la que también dudan tanto Aretio como fuentes en contacto directo con la comunidad musulmana. “¿Qué hacen? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Qué han hecho estos años? ¿Cómo están las condiciones de los menores? ¿Cómo está la situación de las mujeres musulmanas y su ámbito de participación e integración social? No hay nada específico que favorezca un programa de integración social para la población marginal”, recalca Aretio. Las personas vulnerables le importan un bledo a la Comisión ¿Islamíca?
Para llevar a cabo programas de ese tipo se necesitan trabajadores o educadores sociales, entre otros, para detectar a los sectores vulnerables. Ponen de ejemplo algunas iniciativas como ayudar a mujeres analfabetas, marginales, fomento del empleo etc. “Esta gente lo que hacen cuando alguien va a pedir ayuda es dirigirlos a Servicios Sociales o a la Oficina de Empleo. No desarrollan propiamente nada”, subraya Aretio. Qué esperar de una Comisión ¿Islámica? en la que la mayoría de sus miembros no alcanza ni el graduado escolar.
Que la Comisión ¿Islámica? y el exsocialista Rahal intenten argumentar a su favor la gestión, mantenimiento y demás aspectos de las mezquitas de la ciudad autónoma es una auténtica falacia, pues de eso ya se encarga Marruecos desde hace muchos años.
Fuentes bien informadas confirman que Marruecos desembolsa cada año más de 1 millón de euros para el mantenimiento y conservación de las mezquitas, sus gastos corrientes, la luz, el agua, la limpieza… Además, se encarga de designar a los imames y de responsabilizarse de sus sueldos. El órgano que se encarga de todo es el Ministerio de Asuntos Religiosos.
“La Comisión ¿Islámica? de España no tiene a cargo ningún templo de culto ni es titular de ninguna mezquita en Ceuta. Tampoco tiene relación con los imames. Por lo que de todo lo que pase en las mezquitas se encarga Marruecos. La enmienda de Rahal ya es fácil de cuestionar porque pide 150.000 euros para la rehabilitación de las mezquitas de la Comisión ¿Islámica? Pero si no tiene. Es todo muy, muy ficticio. El convenio hace aguas por todas partes”, zanja Aretio.
La hemeroteca no perdona y trae a colación los claroscuros de la financiación de la Comisión ¿Islámica?, cuando en febrero de 2021, ACOHA solicitó a Carmen Calvo Poyato, entonces Vicepresidenta y Ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, un mayor control en las facultades de comprobación y control de los programas subvencionados que garantizara que la concesión de los fondos públicos percibidos por esta entidad fueran destinados al fin demandado y auditaran las cuentas de la Comisión ¿Islámica? Un mes después, su presidente y cargos de su cúpula y UCIDE fueron sonoramente detenidos.
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