El Gobierno ha anunciado que la consejería de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos será dividida en dos para así incorporar al Gobierno al diputado del Partido Popular, Rafael Martínez Peñalver, hasta ahora el único diputado “raso” del Partido Popular en la Asamblea. Martínez Peñalver se hará cargo de Urbanismo y Transportes, mientras que Alejandro Ramírez, liberado de dichas funciones, seguirá al frente de Medio Ambiente, Servicios Urbanos y Vivienda. La reacción de Ceuta Ya! al anuncio de esta reestructuración no se ha hecho esperar.

En opinión del partido “se trata de una remodelación que no implicará ningún avance positivo para la mayoría social a la que el Partido Popular seguirá dando la espalda. Esta claro que este cambio sólo sirve para que haya otro consejero cobrando más de 80.000 euros”. Y es que, subrayan desde Ceuta Ya!, “la desproporcionada subida salarial que pactaron PP, PSOE y MDyC hace un año y medio estableció el salario mínimo para cargos del Gobierno y sus votos de madera en esa cifra. Y para engordar la lista de agraciados siempre hay un dinero que nunca existe para, por ejemplo, mejorar la vida de las pensionistas”.

Desde su punto de vista, “da exactamente igual quien esté al frente de las consejerías, pues lo esencial es que la política que se sigue es la de Juan Vivas, una política que cada día nos entierra un poco más”. Asimismo, Mohamed Mustafa ha querido señalar, “frente a ese engañabobos tan manido y vacío de los perfiles técnicos”, la “evidente dimensión ideológica” del nuevo nombramiento: “Se incorpora, además, a alguien del sector duro del PP, un fan declarado, como así lo atestiguan diferentes manifestaciones en redes sociales, de dos dirigentes crueles y fanáticos como son Ayuso y el presidente de Argentina, Javier Milei”. Para Mustafa, “no se manda un buen mensaje dando responsabilidades políticas a quien presume de albergar planteamientos tan insolidarios y nocivos para la gente humilde”. Dicho lo cual, finaliza el diputado: “También es cierto que, al fin y al cabo, hablamos de un Gobierno que, por ejemplo, acaba de rechazar aprobar un plan de ayudas económicas para combatir la pobreza infantil en una ciudad con unos índices de pobreza y exclusión 17 puntos por encima de la media nacional. No hay mucho que esperar”.