Desde las 10:00 de la mañana, el parque de San Amaro volvió a ser el punto de partida de una de las citas más esperadas por los ceutíes: la Romería de San Antonio. Centenares de fieles se congregaron para acompañar al santo en su tradicional subida a la ermita, entre rezos, cantos, gritos de “¡Viva San Antonio!” y la ilusión de recibir el pan bendito.

Antes de emprender el camino hacia el Monte Hacho, la comitiva realizó una parada en la Residencia Gerón, donde los mayores recibieron con alegría la visita de los romeros. El vicario de Ceuta, Francisco Jesús Fernández, y el hermano mayor de la Cofradía de San Antonio, Carlos Orozco, encabezaron este momento. 

A pesar del calor, los devotos avanzaron con entusiasmo hasta la ermita, acompañados por la música de la Asociación Musical Amargura.

La llegada al santuario estuvo marcada por los saludos, los abrazos, el incienso y una atmósfera de recogimiento espiritual. La misa, oficiada al aire libre por el vicario bajo la sombra de los árboles, estuvo animada por el coro del Rocío y guitarras flamencas. A las 11:45h hizo acto de presencia el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, quien saludó a los asistentes y posó con ellos en uno de los momentos más destacados de la jornada.

Tras la ceremonia, la imagen de San Antonio recorrió los alrededores de la ermita en procesión, entre vivas, incienso, cestas de panecillos y la entrañable participación de niños costaleros. 

El dispositivo de seguridad, formado por Policía Local, Bomberos y servicios sanitarios, garantizó el buen desarrollo del evento, que culminó con el esperado reparto del pan bendito. Los fieles formaron largas colas para recibir este pequeño amuleto de buena suerte, símbolo de tradición y vínculo familiar.