Jueves, 25 de Septiembre de 2025

Actualizada Miércoles, 24 de Septiembre de 2025 a las 14:19:51 horas

Centro de Historia y Cultura Militar de Ceuta
Sábado, 07 de Junio de 2025
Ejército

El Tratado de la Chirimía

La integración de un instrumento de origen árabe en las nubas de Regulares

 

[Img #24025]

 

Actualmente, al oír el paso de la banda de cornetas y tambores de la nuba de los Grupos de Fuerzas de Regulares Indígenas, especializada en la música andalusí, podemos escuchar el sonido de un peculiar instrumento, con semejanza a cómo suenan las gaitas.

 

En el Archivo Intermedio Militar de Ceuta y dentro de uno de sus fondos, concretamente el de 2ª / 10ª (Asuntos / Organización), hemos desempolvado un Tratado que data de 1919, sobre la introducción de este instrumento integrador del personal indígena en las nubas de los Grupos de Fuerzas Indígenas de Regulares.

 

Se trata de la chirimía, un instrumento de origen árabe con abolengo mitológico. Es la siringa de Pan, hecha de caña, que los latinos llamaron calamus o calamellas, y caramillo, en romance, más tarde.

 

[Img #24026][Img #24027]

                          Chirimías de los extintos GFRI nº 5 de Alhucemas y del GFRI nº 3 de Ceuta                         

 

 

El sonido de este peculiar instrumento, como citan los escritores que a ello han prestado mención, es “de tiple muy agudo”, y así lo escuchamos hoy nosotros.

 

La impresión y difusión del “Tratado de la Chirimía”, elaborado en 1919 por los músicos Mayores del Ejército D. Guillemo Guío Martín y D. Antonio Gatón Ramírez, fue sufragado por los 5 Grupos de Fuerzas Indígenas de Regulares constituidos en ese año, a razón del pago de 175 pesetas por Grupo.

 

[Img #24028]

 

[Img #24029]

 

 

Como anécdota citar que cuando los dos músicos mayores pretendieron introducir este instrumento en la banda de cornetas y tambores, denominadas gaitas árabes, hubo una propuesta de modificar la chirimía con aditamento de llaves para facilitar su uso, hecho que fue descartado por los maestros Guío y Gatón, ya que de haberse realizado hubiese supuesto una auténtica profanación del instrumento, adulterándolo de forma sustancial y perdiendo, por tanto, su carácter típico tradicional.

 

[Img #24030]

 

 

 

Cita el Prólogo que el Tratado viene a demostrar que la chirimía (corrupción árabe, sin duda, del vocablo caramillo), es susceptible de que de sus entrañas salgan sonidos acordes, a poco que el chirimista sepa lo que hace y no toque, como hasta ahora acontece, “a tontas y a locas”.

 

Dice también el prólogo que el chirimista no es culpable de producir tan sólo sonidos estridentes y no acompasados. Simplemente, a éste le dan un instrumento y con él pone a contribución los excelentes pulmones de que el cielo le dotara. No parece, sino que es más artista quien más fuertemente sopla.

 

Decían en el prólogo que había que rectificar ese error y educar a estos artistas de empecatada ignorancia en la seguridad de que la chirimía, como su noble antepasado, el caramillo, se presten a dar dulzuras y mieles en lugar de estridencias y agrideces.

 

Se pregunta el prologuista del Tratado si los autores del Tratado de la Chirimía habrían conseguido endulzar los sonidos producidos por los chirimistas al ser incorporados a las bandas de los Grupos de Regulares. La respuesta es sí, ya que hoy podemos disfrutar del sonido de este instrumento, acompasado con el resto de instrumentistas que componen las nubas de Regulares.

 

La obra fue dedicada al Excmo. Sr. General Jefe Superior de las fuerzas militares de Marruecos, Conde de Jordana, y a los señores Jefes y Oficiales de las tropas indígenas de la zona del protectorado español. Cita que nadie como este ilustre General y esa brillante oficialidad merecen tal homenaje de afecto y simpatía, modesto, si se quiere, en comparación con sus merecimientos, pero digno de tenerse en cuenta por su sinceridad. 

 

Por último, cita el prólogo del Tratado de la Chirimía, que si dentro de breve tiempo, al desfilar las bizarras tropas indígenas por las calles de nuestras ciudades mogrebinas, se oyera un “acordado concierto” en la hueste de sus chirimías, dediquen los espectadores un recuerdo de gratitud a los laboriosos autores de este método, los músicos mayores Guío y Gatón. Ellos lo tendrán como el mejor pago que pudieran recibir por su trabajo.

 

El Tratado consta de un prólogo, unas nociones fundamentales de solfeo, de una tabla de sonidos de la chirimía, de una serie de ejercicios, de la partitura de los toques de ordenanza, de marchas, de himnos nacionales y finaliza con las partituras de una serie de cantos árabes.

 

[Img #24031]

 

 

 

En el día internacional de los Archivos y siendo que el Archivo Intermedio Militar de Ceuta comparte Acuartelamiento con el Grupo de Fuerzas de Regulares Ceuta nº 54, heredero de las Unidades que sirvieron en el protectorado español de Marruecos, sirva este artículo como un pequeño homenaje a nuestros queridos Regulares y particularmente, a sus bandas de cornetas y tambores, que integraron de manera armónica estos pequeños instrumentos para que el personal indígena, que tan extraordinario servicio prestó, se sintiese plenamente integrado.

 

[Img #24032]

 

Comentarios
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.30

Todavía no hay comentarios

Más contenidos

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.