Un agente de policía marroquí ha solicitado asilo político en Ceuta tras cruzar durante la madrugada del lunes al martes el paso fronterizo del Tarajal. El hombre, que alega temor a represalias en su país de origen, se encuentra retenido en las instalaciones fronterizas a la espera de una resolución definitiva.

La solicitud se ha tramitado bajo el procedimiento de asilo en frontera, una vía excepcional y restrictiva que se aplica exclusivamente cuando la petición de protección internacional se realiza en el momento de acceso al país. Según fuentes consultadas, su solicitud ha sido rechazada en primera instancia, aunque el solicitante ha presentado un recurso de reexamen, lo que retrasa su eventual devolución.

Si este recurso también es desestimado, se procederá a su entrega inmediata a las autoridades marroquíes, un proceso que, según fuentes policiales, podría ejecutarse en cuestión de días.

El procedimiento de asilo en frontera presenta un bajo porcentaje de éxito en Ceuta, especialmente en comparación con las solicitudes realizadas una vez se accede al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). En este tipo de trámites los plazos son más cortos y las condiciones más restrictivas, lo que hace que, en la práctica, la mayoría de peticiones terminen rechazadas.

El caso ha generado especial atención por la condición profesional del solicitante y los posibles riesgos que podría enfrentar en caso de ser devuelto a Marruecos.