La convulsa situación política actual ha derivado en una vorágine de descalificaciones con lenguaje pedestre en el Congreso donde se ha instalado la vulgaridad y la oratoria poco refinada. Una derivada consecuencia del devenir del partido socialista desde los ERES ("los dirigentes socialistas también se gastaron el dinero de los parados en coca y prostitutas" O.K.Diario), del caso del Tito Berni para continuar con el caso Koldo, donde este lugarteniente del exnúmero 2 del PSOE, y secretario de organización José Luis Ábalos, "colocó" a una serie de "señoritas" en empresas públicas sin más méritos "académicos" que fotos de ellas ligeras de ropa.

Los favores sexuales en los negocios de corrupción parecen ser una constante para facilitar el desenlace satisfactorio de los resultados. También la utilización de dinero público en estas licencias mundanas en casas de lenocinio, constituyen una fórmula frívola y esperpéntica de contradecir la ideología feminista en defensa de la mujer y las proclamas políticas "progresistas" de luchar contra la prostitución cuando son, precisamente, los cargos socialistas de diversos niveles, quienes la propugnan y estimulan con sus "amigos" de negocios esta explotación sexual femenina.

Lo que eran mensajes intrascendentes primero para el Gobierno de Sánchez, con el paso de los días y las filtraciones de WhatsApp ya resulta más inquietante, provocando que la agenta política del Ejecutivo esté fuera de control y la zozobra lleve al equipo de Sánchez a mantenerse en vilo, como ha dicho Feijóo a la espera de cuál es el nuevo titular de El Mundo.

Que los mensajes no tienen valor político en versión del Gobierno y su jefe, es mucho decir, porque desvelan, no ya el talante desconsiderado y despreciable de Sánchez hacia algunas personas de su confianza (con las que comparte Consejo de Ministros), sino el apostillar con "motes" o "apodos" a todos ellos, demostrando la catadura moral y ética de un personaje zafio  que lleva su ordinariez y burdas palabras a un ámbito político, acostumbrado a denigrar a quiénes están a su lado con la mayor desconsideración y desafecto.  

Si se dice que "por sus hechos les conoceréis", Pedro Sánchez, con antecedentes familiares en prostíbulos y saunas, acaba de ver publicado en el digital El Debate que "el tío de Begoña Gómez está condenado por lucrarse de 11 prostitutas sin papeles ni alta en la Seguridad Social". El prostíbulo "Kilómetro Ochenta", propiedad de la familia de Begoña Gómez, fue un antecedente de los derroteros que habría de tomar el PSOE bajo el "sanchismo" derivando al ámbito político aquellos lodos que originaron estos barros.

Un Gobierno en estado catatónico, ausente de actividad parlamentaria y con la fuga de ministros en las sesiones de control (Sánchez y trece ministros se ausentan del próximo Pleno del Senado y el PP presenta una queja para denunciar el "boicot" del Gobierno),  parece estar para otras cosas: No limpiaron el Barranco del Pollo y estaba prohibido cortar una caña y van a talar olivos centenarios para poner placas solares, la prensa marroquí presume de que más de 237.000 compatriotas han obtenido la nacionalidad española desde que Sánchez es presidente, el Gobierno abre la veda contra la Guardia Civil en Baleares y Yolanda Díaz pide multar a los que no hablen catalán en un ejemplo de sectarismo indecente, Ábalos amenaza que puede hacer caer al Gobierno y espera la protección de Sánchez ante la UCO y la Fiscalía; el juez Peinado dice que la Fiscalía defiende más a Begoña Gómez que su propio abogado defensor, la UCO apunta que la trama de Ábalos pagó un Audi y un Volvo a Santos Cerdán y su mujer, la Fiscalía pide el archivo  de la causa contra el hermano del presidente del  Ejecutivo acusado de cuatro delitos, el Gobierno de Sánchez alcanza los mil millones de euros en ayudas y préstamos a Marruecos desde que llegó a la Moncloa, que también entregó más de 761.000 euros a Marruecos para prevenir inundaciones  dos semanas antes de la riada de Valencia.

La obscenidad de la transparencia nos lleva a situaciones como éstas, donde la información se vuelve excesivamente clara y visible, que hace perder su capacidad de poder y atractivo. Todo tan diáfano que se requieren pocas explicaciones con solo tener conocimiento de la información que ha "inventado" un nuevo término en versión socialista "progre": la casquería. Antes bulos y fango y ahora casquería. La etimología para desvirtuar comportamientos y corrupción no tiene límites. Quienes decían que "no había nada" en los casos de corrupción de la familia de Sánchez, bien que han tratado por todos los medios de recusar al juez y acusarlo de prevaricación. Luego dicen que son respetuosos con la justicia, al igual que califican a todos los que no piensan como ellos de "fachas". 

En cualquier caso decía Sócrates que "la mentira gana partidas, pero la verdad gana el juego".