La mayoría de los artistas que admiro, ya sean musicales o literarios, fallecieron cuando les tocó o son bastante mayores que yo, e incluyo también aquí ídolos deportivos. Son mayores que yo, y la biología es un hecho imparable, y si ésta sigue su curso natural, sobreviviré a Álvaro Urquijo, a Miguel Indurain, a Arturo Pérez-Reverte, a John Lauridsen, a Ramón Arroyo, a Iván Lendl..., a tantas personas que he admirado y admiro, que me han acompañado sin saberlo en tantos momentos de mi vida... Personas que en algún momento, con una canción, una frase, con su categoría o con su arte, me hicieron sentirme mejor...

Recuerdo en especial la muerte de Enrique Urquijo en noviembre de 1999... Me enteré por la radio, ya de noche, y rápidamente vino a mi pensamiento su fantástica canción "Tu tristeza", que había escuchado no hacía muchos días. La recordé, como si esa canción fuera a desintegrarse, como si él fuera a llevársela con su partida de este mundo, pero por suerte no fue así, y el consuelo que nos queda a los amantes de la música de Enrique Urquijo es que sus canciones perduran, y la amargura que nos dejan es el pensar que ya no volveremos a disfrutar con sus nuevas letras, sus nuevas creaciones.

Soy muy consciente de que la vida es un ciclo, y con la edad vienen las manías : reconozco que  desde hace ya años, es muy raro que me guste un cantante, un literato, un deportista o un actor contemporáneo. Así que con estas expectativas me da por pensar que acabaré viviendo en un mundo en que me sentiré huérfano del genio de todos aquellos que nos dejaron... Viviré el resto de mi vida junto a Eva, mi mujer, de recuerdos de conciertos, de discos viejos, de libros más viejos aún..., y estoy seguro que muchos vivirán, como yo, extrañando el arte de los que se fueron.