En plena Semana Santa ha surgido un asunto que, por frívolo y mundano, no ha sido menos gravoso y trascendente para el PSOE que ha sufrido el cilicio de la información sobre los destrozos en una "suite" de un Parador de Teruel que el periódico digital O.K. Diario ha desvelado, convirtiendo el episodio en el cilicio que ha fustigado a los socialistas, erigidos en adalides contra el machismo y defensores del feminismo, pese a su tendencia a intimidar con aquéllas mujeres dedicadas a la prostitución y a las que luego, en el Congreso de los Diputados dicen defender, con más hipocresía que convicción y mayor cinismo que decencia.

El desvío de dinero público para emplearlo en cuestiones de la lívido ya se atisbó en la época de los ERES, prosiguieron con el caso del Tito Berni, se han prolongado con Ábalos, a quien le florecieron las "sobrinas" como las amapolas y convirtió a una prostituta de catálogo en su secretaria como asistente personal con colocaciones exentas de presencia física y muy bien remuneradas. Por si fuera poco, una antigua "Miss Asturias", también ha figurado en este entramado de política y sexo, a la que Koldo parece que le solicitó imágenes en ropa interior como testimonio gráfico para el currículo que acompañaría, como antes lo hizo con Jessica Rodríguez, la novia-amiga-amante de Ábalos con piso alquilado en Plaza de España y viajes frecuentes al extranjero como acompañante de privilegio, quien se mostró vestida con indumentaria de lencería, como si los puestos públicos, requirieran la exigencia de un muestrario de la firma Intimissimi.

Putas y corrupción parecen ir de la mano. Una combinación tan frecuente que ya parecen conceptos inseparables. Siempre se ha dicho que la economía (el dinero) y el sexo mueven el mundo y, en el asunto que nos ocupa, es obvio que el poder con casos de corrupción en la política ha dado lugar a que la prostitución haga acto de presencia. Los ingresos adicionales por noches de fiesta, entre 3.000 y 3.500 euros, como recurso para los empresarios que podian disfrutar en el caso de Tito Berni, de hoteles de cuatro estrellas y prostitutas pagadas por los integrantes de la trama, han sido un elemento habitual para ponerle morbo a estos negocios.

En los ERES, un tal Joselito, dueño de un prostíbulo conocido como "Don Ángelo", lugar preferido de Fernando Villén, director de la Fundación Fondo Andaluz de Formación y Empleo, cabecilla de tan turbio asunto, participó en los miles y miles de euros del erario público andaluz dilapidado en "Don Ángelo"; Dicha Fundación se convirtió en el organismo oficial de la trama de corrupción con bacanales pagadas con tarjetas "black" con derroche de fondos públicos de la FAFFE. ¿Dónde quedaron los años de honradez del PSOE? Es obvio que el tiempo y las conductas disolutas todo lo borran.

No sólo el PSOE incurre en este binomio prostitución y poder; el Partido Popular tuvo uno de gran impacto: el caso de Alejandro Halffer, antiguo viceconsejero de Esperanza Aguirre. El Mundo publicó en 2015 un reportaje en el que un guardia civil aseguraba que Halffer le dijo "habéis declarado muy bien, hay que celebrarlo con un volquete de putas".

Luis Roldán también apareció en Interviú rodeado de prostitutas en 1.994 con el político en paños menores y acabó desvelando una trama de putas y corrupción, fiestas privadas, cocaína y mucho más dinero estafado. Y para colmo de males, se ha frivolizado, recientemente, tanto la secuencia de prostitución que incluso un alcalde socialista del PSOE, Agustín Jiménez Crespo dice en la SER que en su pueblo "hay más putas que tejas"; se trata de la localidad de Noblejas y alude la frase del edil a un refrán que data del siglo XVII, lo que ha generado un gran revuelo por sus declaraciones machistas y fuera de lugar.

Lo cierto es que en todos sitios cueces habas o, como reza la frase bíblica "el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra", también aquí en Ceuta, aún hay personajes vivos que podrían contar la intrahistoria de burdeles y puticlubs utilizando dinero público (su justificación en Intervención es un asunto más complejo que los misterios de Iker Jiménez), porque hay quien "se la coje con papel de fumar" y se escandaliza de menores y demás, apoya acusaciones, sin estar alejado de estos turbios ambientes donde las señoritas y no precisamente de compañía, se mostraban ligeras de ropa y provocativas, por si entre copa y copa, alguien se animaba a desatar su lívido. En estos ambientes madrileños, había quien se iba sin pagar sus consumiciones apremiado por sus urgencias sexuales, y otros que volando al extranjero decidieron desplegar la fiesta lejos de ojos indiscretos. Todos ellos, aún viven para contarlo, aunque disimulen con la piel muy fina haciendo que se alarman por lo más mínimo con ingenuidad prebautismal. Como en el pecado llevan la penitencia, por mucho que comulguen en estas fiestas, el pecado original de esos excesos lo llevan consigo, además de los testigos que presenciaron sus andanzas mundanas, al igual que esas fiestas en piscina de hotel en Granada de madrugada o las reservas de habitaciones intercomunicadas en un hotel de Gran Vía madrileña.

Menos rasgarse las vestiduras, menos cara dura de cemento y más sensatez con menor hipocresía y cinismo. Ya saben que entre el cielo y la tierra no hay nada oculto y el bipartidismo incurre en los mismos excesos, aunque uno vaya de misa de 12 con su "santa" (mujer) y los otros sean muchos más descarados y pendencieros.

Ahora que la Semana Santa pone colofón a un período de reflexión, bien harían todos estos pecadores por imponerse el arrepentimiento y llevar ese acto de contrición hasta sus últimas consecuencias. Me extraña que ninguno de estos farsantes muestre remordimiento alguno por los pecados de la carne. La lujuria los convierte en esclavos.