Este 7 de abril, la OMS lanza un mensaje claro: “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”. Una aspiración justa, pero aún muy lejos de la realidad que vive Ceuta.

Ceuta presenta la esperanza de vida más baja de España, con casi cuatro años menos que la media nacional. Y este dato no es casual:

            •           Faltan especialistas esenciales en áreas como pediatría, matronas o cuidados intensivos pediátricos, imprescindibles para garantizar una atención adecuada a mujeres embarazadas, recién nacidos y menores.

            •           La ciudad sigue sin contar con una Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil, a pesar del notable aumento de casos de ansiedad, depresión y trastornos de conducta entre la población más joven.

            •           La Atención Primaria está completamente saturada, sin capacidad para absorber la demanda y sin margen de mejora sin una incorporación urgente de profesionales.

            •           Las derivaciones a la península se han convertido en la única alternativa para muchas patologías que, en otras comunidades, se tratan con normalidad.

A pesar de esta situación, el Ministerio de Sanidad se niega a reconocer a Ceuta como zona de difícil cobertura, impidiendo aplicar medidas eficaces para atraer y retener personal sanitario.

Y mientras tanto, los profesionales sanitarios de Ceuta continúan prestando atención con responsabilidad, esfuerzo y compromiso, a pesar de las condiciones difíciles en las que deben desempeñar su labor.

Desde el Partido Popular de Ceuta seguimos defendiendo lo que es de justicia: que el derecho a la salud no dependa del lugar donde uno nace o vive.

No puede haber un futuro esperanzador si se deja atrás una ciudad entera.