Estados Unidos ve a España como una dictadura venezolana. La prensa estadounidense ya alerta al país y al mundo en este sentido. Y titulan: "España está gobernada por un dictador de extrema izquierda" en un artículo publicado en 'The American Spectactor', medio de comunicación editado en Washington que retrata a Pedro Sánchez como un líder totalitarista que "está robando la democracia a España, delante de nuestras narices y de la UE, ante la impotencia de la oposición y la pasividad de la comunidad internacional".

En este contexto, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tras la absolución del futbolista Daniel Alves por presuntos abusos a una mujer dice que "al carajo la presunción de inocencia" considerando que ha de prevalecer el testimonio de la mujer. El propósito de Sánchez es también controlar los medios de comunicación para evitar lo que él llamaba "bulos" o "fango" y que los tribunales han demostrado que es la corrupción familiar y de partido más descomunal de la historia democrática española, con un saqueo multidireccional y sin cortapisas éticas, morales o políticas.

Por si todo esto fuera poco, la injerencia del Gobierno que se dice "progresista" en las instituciones, con un afán dictatorial, franquista y de ataque frontal al Estado de Derecho, ha llevado a varias instancias a situar a afines al Ejecutivo más antidemocrático de la España constitucionalista, con leyes "a medida" de sus apoyos parlamentarios, culminando con sus reuniones en el extranjero con un forajido de la Justicia que es quien realmente gobierna España con siete votos que le son imprescindibles a Sánchez como perdedor de las últimas elecciones.

No olvidemos la Dana de Valencia, donde salió huyendo como un "galgo" -como le señaló Ayuso- al ser increpado por la desesperación de los familiares de las víctimas y no ha vuelto a estos territorios aún pendientes de sus ayudas prometidas, como antes lo estuvieron los afectados por el volcán de La Palma o los murcianos de Lorca afectados por las desgracias meteorológicas y abandonados de la mano de ese "dios" que promete lo que es incapaz de cumplir llamado Pedro Sánchez Castejón. El mayor filibustero de la España actual, el tramposo de las primarias socialistas, aquél que se rodeó de una banda de cuatreros para recorrer España pidiendo el voto a la militancia socialista, no tiene freno, vergüenza ni escrúpulos, para mantenerse en el cargo sin presupuestos desde hace dos años, él que pedía elecciones cuando se carecieran de ellos. Como es el arquetipo de don de la contradicción y del cambio de opinión, nada le importa seguir engañando con tal de mantenerse en el cargo, aunque sea a base de cesiones como si España se vendiera a pedazos a independentistas.

Cuando se carecen de escrúpulos, decencia, ética y moralidad, cualquier conducta supera la ficción. Es el caso de Pedro Sánchez con un Gobierno que es "desgobierno", como se ha visto en el enfrentamiento entre dos vicepresidentas (Montero y Yolanda Díaz) como antes lo fue entre la de Sumar y Calviño, en un galimatías inverosímil tan denigrante como perverso.

Para colmo la Unión Europea, visto el éxito de la pandemia del COVID a nivel económico, ahora ponen en escena el kit de supervivencia, para atemorizarnos y mantener los negocios. Nos anuncian el apocalipsis total las grandes potencias para sacar más ganancias en armamento (el otro conflicto de Sánchez en el seno de su Gobierno con Sumar) energía nuclear y gastos. No olvidemos que el miedo es un arma dominante y nos quieren atemorizados, y si puede ser, agradecidos a aquellos que se desviven por el pueblo. Lo mejor es vivir el día a día y que nos quiten lo bailado. Ser felices sin hacer el mal al prójimo que para eso ya están algunos políticos con su gestión esperpéntica, cargada de atribulados métodos de engaño.