El actual mapa autonómico es un disparate insostenible, y defiendo la necesidad de su reforma. Ya es hora de iniciar este debate, que casi todos los partidos rehúyen por puro conservadurismo, y rehúyen el tema porque piensan que ya está bastante desquiciado el país como para poner patas arriba el tinglado territorial, pero creo que se equivocan.

También pienso que no es un tema secundario, ya que nos topamos con él al abordar cualquier otro problema, y no es secundario porque afecta a la organización y cohesión general del Estado, porque condiciona la igualdad de derechos y obligaciones de todos los ciudadanos, porque es esencial para promover un sentimiento nacional de unidad, solidaridad y cooperación, porque crea lazos culturales y simbólicos que son fundamentales para construir un sentimiento de pertenencia no exclusivista, porque contribuye a una administración más eficaz y transparente, porque permite un mejor control democrático del poder y los recursos comunes...

Un mínimo de coherencia nos obliga a elegir entre provincias o Comunidades Autónomas, y la experiencia de estos últimos años ha demostrado que funcionan mejor las comunidades uniprovinciales que las pluriprovinciales, y ello indica hasta qué punto las Comunidades Autónomas fueron un invento destinado sólo a contrarrestar el independentismo. Deberíamos reorganizar el Estado con criterios de racionalidad y separar autonomías ficticias, por pura eficacia económica y administrativa.

Hay Comunidades Autónomas que no funcionan, y tampoco generan ningún tipo de dinamismo. Tampoco hay manera de poner en marcha un proyecto común e integrador. ¿La solución? Promover un nuevo modelo de Comunidad Autónoma dentro de una reforma del Estado que suprima las comunidades uniprovinciales. ¿Es tan difícil que los partidos se pongan de acuerdo? Por lo visto, es muy complicado... ¡Pues volvamos a las provincias y eliminemos las Comunidades Autónomas! ¡Revitalicemos su funcionamiento! O mejor aún : ¿Y si dejáramos que lo decidiera la mayoría?