
La narco-corrupción, un problema estructural de Ceuta
Ciudad fronteriza, pequeñita y marinera, con carácter de insularidad, elevada densidad de población y carente de industrias, es el dibujo donde prima el narcotráfico como una actividad señera que ha venido caracterizando a Ceuta. Este síntoma que conlleva delincuencia e inseguridad, pistoleros y corrupción policial, supone como se viene diciendo ahora, que "el elefante está en la habitación", o sea, que la existencia de los señores de la droga y los señores corruptos, (incluidos agentes de la Seguridad del Estado y políticos con escaño), nos sitúan también en unas cifras oficiales que lleva al titular: "Más de un tercio de los encarcelados por yihadismo en 2024 son de Ceuta y Melilla".
El elefante en la habitación, metáfora que hace referencia a una verdad evidente que es ignorada o pasa inadvertida, también se aplica a un problema o riesgo obvio que nadie quiere discutir. Tal cual sucede en Ceuta. Un balance de 14 detenidos en una macro actuación con dos agentes de la guardia civil y un político, es de tal dimensión que hubiera merecido un análisis en esos medios mediatizados por el poder político y subvencionados con nuestro dinero que han silenciado profundizar en este asunto.
Por otra parte, que España caiga al puesto 46 en el Índice de Corrupción con el peor dato en 30 años en plena ola de escándalos con la familia del presidente del Gobierno en primer término, es indicativo de que algo no funciona bien en nuestro país por este deterioro tan acusado de la normalidad democrática y con el Estado de Derecho amenazado por los dirigentes trileros.
Las políticas locales y nacionales nos llevan a escenarios realmente sorprendentes. No debería ser normal que guardias civiles en ejercio caigan como moscas por su implicación en cuestiones de narcotráfico, que la Unidad del Asuntos Internos tenga que hacer "limpieza" de esa corrupción inoculada en el Cuerpo que habrá de conllevar la consiguiente investigación de patrimonios, donde propiedades en Dubai o en Roche, cantidades de dinero "negro" de 135.000 euros requisados en los registros, motos de agua y viviendas adquiridas por 200.000 euros en Ceuta a novias de "narcos", parecen una secuencia de ciencia-ficción, aunque su realidad es muy patente. Además de las armas que se requisan como si su obtención supusiera una oferta en cualquier bazar para juegos de entretenimiento.
Todo ello, sin aludir a la nula voluntad de acabar con las mafias del tráfico de personas en inmigración ilegal porque mientras corra el dinero y la llegada de seres humanos, el negocio continúa funcionando a nivel electoral y político. Nadie parece querer poner coto a esta aberrante situación de inhumanidad y abuso. Los políticos parece que están a otra cosa: grandilocuencia, mensajes para engañar al posible votante y aberraciones de todo tipo, silenciadas a base de paguitas y subvenciones con el dinero de los impuestos de todos nosotros.
El puerto de Ceuta es tal desastre que, se han adjudicado en dos ocasiones a base de 120.000 euros cada una, un servicio que no funciona: el Levante Aduanero. Un tramite que se realiza en el puerto de Ceuta de manera rudimentaria cuando desde 1.999 está tecnológicamente implantado en el resto de puertos de la península y aquí, la grotesca situación supone llevar el "papelito" en mano, ponerle una piedra encima para que no se vuele y ahora, más "modernizado" han puesto un buzón donde depositarlo. ¿Por qué no se soluciona de manera racional y lógica este servicio?¿No será porque alguien no está en su puesto y ello conlleva una "atadura" y resulta mejor que el servicio en precario sea en plan Casa de Tócame Roque, para que reine la confusión?
¡Y qué decir de la circulación de camiones de mercancías sin la ITV y careciendo de la preceptiva Tarjeta de Transporte? Pese a la existencia de denuncias, estas irregularidades se han desarrollado en los desembarques de camiones desde Algeciras a Ceuta, sin ningún control ni registro.¿A quien o quienes se protege?
La Unidad de Asuntos Internos no debería irse de Ceuta y levantar las alfombras que los responsables de estos servicios no realizan. Resulta grotesco que haya controles en la península de narcotráfico y en el puerto de Ceuta hayan pasado previamente esas "mercancias" con absoluta libertad. Y en la frontera del Tarajal sucede otro tanto con el pescado de Marruecos a diario, como lo demuestra el hecho que antes venían, por ejemplo, cinco palés de la península a diario y ahora sólo viene uno. Blanco y en botella. ¿Qué registro sanitario está teniendo el pescado que se vende en el mercado de Ceuta?
Mucho me temo que sólo hemos conocido la punta del iceberg de tanta corrupción, porque a lo que parece aún hay mucha tela que cortar. Lo dicho: el elefante está en la casa. A ver si nos arrasa y acabamos devorados por un entorno realmente patético, escandaloso y bochornoso.
No deja de ser un problema estructural de Ceuta que unir a la limitación de territorio, a la escasez de suelo, a la insularidad, a la carencia de un tejido industrial, a la poca vergüenza de muchos y a la tolerancia de otros, que miran hacia el lado más ventajoso para sus intereses. Todavía no se han levantado todas las alfombras que ocultan corrupción y privilegios. A los señores de la droga y la corrupción, hay que unir los señores delincuentes de cuello blanco, es decir, aquéllos que cometen delitos no violentos que son empleados de negocios de alto estatus social y que manejan las esferas de poder.
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