¿Han visto lo que ocurre cuando un presidente de un partido quiere una cosa y sus (se supone) subordinados otra? Por ejemplo, lo que dice Feijóo cuando habla de inmigración ilegal (bueno, lo de ilegal no lo mencionan), y el mensaje que se saca Juanma Moreno. O lo que dice el mismo Alberto en relación a la defensa de la vida (cada vez con la boca más chica) y lo que aplica Ayuso en Madrid. O lo que todos se proponen, y lo que terminan disponiendo, en lo referido al mantenimiento del tren de vida de lo sindicatos de clase que merodean esta Nación. Ya no hablamos de la coincidencia, aquí sí, cuando de lo que se trata es de hacer todo lo que se les indique desde los despachos bruselenses, sin tener muy en cuenta el resultado de las políticas que se apliquen para el sector primario español.

Resulta evidente que, ante semejante panorama de incoherencias continuadas e interesadas, cuando emerge una voz que quiere mantener la uniformidad del discurso, esta se convierta en blanco de todos los comentarios mediáticos y políticos que podamos imaginar. Porque la uniformidad de discurso que se pretende rompe con el discurso único, que no es lo mismo, que se impone. Y en estas nos encontramos con Abascal.

Santiago, Santi para los amigos, ha respondido este fin de semana desde Murcia ante 1.500 personas a todo aquel que quisiera enterarse, esperemos que ya definitivamente, que en VOX es él el presidente, que no elude ninguna responsabilidad y que asume todas y cada una de las consecuencias de las decisiones que como líder de VOX le atañen y encabeza. Y, lo más importante, que en VOX las decisiones se toman y se ejecutan, allá donde corresponda, desde el punto de vista del interés nacional, por eso las mismas se toman desde Madrid, porque en VOX ni hay ni va a haber Morenos, Ayusos o Mañuecos que vengan a disponer de la palabra de Abascal como les venga en gana, incluso, en sentido contrario. Para eso, como indiqué en mi artículo anterior, tiene, quien así lo guste, las siglas del PP a su entera disposición.

Videos hay, para quien quiera de escuchar esto de boca de Abascal, por toda la red difundidos. En ellos quedó claro que no hay que andar buscando responsables de decisiones de un partido. Abascal se responsabilizaba de cuanto dispone VOX a la hora de ejecutar medidas de calado, internas y externas, incluso, cuando las mismas hayan supuesto el abandono de gobiernos tildando de irresponsable a su firmante. El resultado de todo ello vuelve a avalar a Santi, reitero, 1.500 personas en un almuerzo que dejaba a más de 500 a las puertas deseosos de estar presentes en semejante convocatoria y, repito, en Murcia donde también se abandonaron los sillones porque los pactos, la palabra de los otros que habían firmado, no se iba a cumplir. Era el momento de redoblar la apuesta y también lo hizo. El presidente de VOX anunciaba: o el PP rompía todo pacto con el PSOE, o se pueden olvidar de aprobar los presupuestos con VOX allí donde buscaran su visto bueno. Permaneceremos atentos.