Si de aspiraciones hablamos en la política española, claro tenemos, a la vista de los acontecimientos, a qué aspiran en territorio español los tres grandes. El PSOE, con su recién elegido secretario general, el tal Sánchez, a arraigar en La Moncloa pase lo que pase añadido, entiéndase,  a lo que está pasando.

VOX a tratar de hacer más conocido y asimilado su discurso por la población española, cada vez más inmune al miedo que, desde el resto de formaciones izquierdistas y, a veces, desde el PP, pretenden inocular a España respecto de la formación de D. Santiago Abascal, quien no hace más que acreditar y recibir el reconocimiento de su prestigio a diario por la clase política europea. En las últimas semanas del recién despedido 2024, era nombrado presidente del grupo Patriots for Europe. 

El Partido Popular continúa pretendiendo dejar de ser el PP sin dejar de serlo -Aristóteles, que hace más de 2.000 años resolvió semejante enigma, fue incapaz de inferir el detritus político al que ahora aspiran los populares-. Su aspiración es diluirse en el mar socialista y, cada vez más, alagar más su pretensioso chapuzón. Y lo están consiguiendo para solaz de no sabemos quién.

Son lo mismo porque aspiran a ser lo mismo. Y, vista la insistencia en conseguirlo, deberíamos hacer un reconocimiento colectivo y rendir nuestra intención a la pretensión que tanto les cunde reivindicar. Dígase pues: el PP es lo mismo que el PSOE.

Baste relacionar hechos, pactos, iniciativas y otras eventualidades que les hacen acreedores de la pérdida de su esencia política y su añorada disolución en los mares del socialismo. Por quedarle ya sólo les queda el color, la colorque diría el otro, por eso le llamamos el socialismo azul. Hasta que ni el color les distinga.

Debe ser que, del mismo modo que hay blancos que azulean, también tenemos azules que rojean. Que del marino al burdeos sólo hay un horizonte de mentira, porque en la mentira se encuentran. En esa armonía de texturas políticas imposible, pero que se está produciendo...

Y, en medio de todo el colorín provocado por los que son y los que pretender serlo, andan los medios invocando pactos futuros, apelando a la misma raíz ideológica de la que el socialismo azul viene renegando, desde que se dieron por aludidos en los tiempos en que se les llamó derechita cobarde, y se sintieron insultados, no sé si por llamarles derechao por decirles cobarde. Igual por eso los pactos que anuncian sus enviados no dejan de venir cargados de extraños piropos de los pretendientes a los pretendidos ¿Lo último? Vox es la antipolítica, y se quedan tan anchos…

2025 llegó cargado de anuncios, entre otros el de la genuflexión histórica del socialismo original, con Sánchez “el abucheado”  como protagonista, ante el delincuente escondido en Waterloo, por la que habremos de estar pendientes de la reacción del socialismo azul y sus pactos con su ansiado arquetipo, v.g., en Bruselas. Si en ese momento no lo rompen todo, la disolución habrá alcanzado su cenit.