La DANA y sus catastróficas consecuencias en Valencia, han desatado la podredumbre de la política que ha priorizado los "efectos" de repulsa política PP=PSOE, en vez de hacerlo por la atención máxima a los afectados por la cruenta climatología asesina. Unos y otros, se han enzarzado en las comunicaciones horarias de las alertas, tratando de eludir responsabilidades y "jugando", al "y tú más", con indecorosas conductas como la votación en el Congreso para el control de TVE, pese a que en esas horas había ya casi un centenar de muertos por las riadas. No hubo escrúpulos en el PSOE ni en ese conglomerado de partidos "de progreso", insensibles a la desgracia ajena, para anteponer a cualquier incidencia por grave que fuera, a sus propios intereses de control del medio público.

En estos días de zozobra y tragedia hemos visto y leido de todo: La Confederación Hidrográfica del Júcar admite en el Plan de Inundación que no había "adecuado, encauzado ni drenado el barranco del Poyo", Ribera -ministra del área de Transición Ecológica-, tenía en su mesa desde 2020 el "riesgo elevado de inundación en Paiporta" y lo guardó en un cajón, Seguridad Nacional advirtió a La Moncloa de la DANA doce horas antes (cuando Sánchez estaba en la India), la izquierda inyectó en la etapa de Ximo Puig 3,7 millones a la entidad que convoca la manifestación en Valencia contra Mazón, el primer jefe de la UME Fulgencio Collo dice que "debería estar activado el nivel 3 de emergencia y desplegados todos los  puestos de la UME".

El último Plan del Gobierno de Sánchez sobre el fatídico barranco del Poyo: 600.000 euros para preservar aves y plantas. La memoria de la Confederación Hidrográfica del Jucar apenas recoge esta actuación en la rambla de la catástrofe. El convenio con dos ONG´s ecologistas prueba que el Ejecutivo primó el mediomabiente a la seguridad. Esto sí es una verdadera catástrofe política de marcado sentido ideológico, alejada de la realidad y de la vida de las personas, atribuyendo al cambio climático un factor que ya en 1.957 supuso otra desastrosa inundación con pérdida de vidas.

No deja de sorprender que el encargado del Gobierno de los ríos valencianos es un afiliado al PSOE que solo ha hecho dos obras desde que llegó al cargo. La desidia e irresponsabilidad es flagrante. Y mientras el drama de muchos valencianos era trágico, el secretario de Estado de Medio Ambiente informó tarde, mal y desde Colombia sobre los riesgos de inminente rotura de la presa. El número 2 de Ribera se fue a hablar de "biodiversidad" a Colombia pese a conocer la alerta por la DANA. Ya se ve: la cuestión ideológica por encima de la vida de tantos patriotas ahogados por las negligencias políticas y la política de escaparate.

Junto a todo este desastroso panorama, 227 detenidos por robos y pillaje, los delincuentes de siempre, sin corazón ni escrúpulos, a lo suyo por la falta de vigilancia, un grave problema que llevó a los vecinos a constitiir patrullas ciudadanas para protegerse de estos malhechores. A la vez, recogida de barro y enseres, vehículos, y materiales de deshecho que podrían ocupar nada menos que veinticinco campos de fútbol y que irán a un macrovertero.

La podredumbre, la falta de escrúpulos, la negligencia de algunos, también ha dado paso como contraste con la solidaridad de ese contigente de voluntarios, en su mayoría jóvenes, volcados en la solidaridad con altruismo, abgenación y valentía, así como esas muestras de apoyo desde todas las Comunidades Autónomas con asociaciones y particulares sensibilizados al máximo con la desgrarcia de tantas personas que han perdido seres queridos y propiedades. Vidas truncadas, en definitiva, mientras los políticos "juegan" a lo suyo: al enfrentamiento con sus medios afines, donde se ha dado un valor desmesurado a la repulsa y desesperación de algún afectado por la riada al que Pedro Sánchez se apresuró a ponerle etiqueta: grupo organizado de la ultraderecha. Un insensible sin corazón ni escrúpulos como él, incapaz de asumir la desesperación y frustración de quienes lo han perdido todo y sólo les queda la protesta por su traumática situación como derecho al pataleo.

En 1.995, los socios de Sánchez pusieron una bomba de 50 kilos de Amosal a José María Aznar. Salió del coche sonriendo, pidió serenidad y nunca habló de ello en público. Ahora, a Pedro Sánchez le lanzaron el domingo el palo de una escoba que no le alcanzó a él y dedicó media rueda de prensa a hablar de ello, poniendose al mismo nivel que las víctimas de la DANA y encomendando a una unidad de élite de la Guardia Civil que investigara la autoría.

Cuando un político carece de sentimientos, siendo capaz solamente de pensar en él, demuestra su precaria conciencia, su nula capacidad de comprensión por las desgracias ajenas y queda retratado como un perveso individuo capaz de lo peor con tal de mantenerse en su burbuja de cristal ajeno a la realidad.

El fango del que tanto ha hablado Sánchez cuando las informaciones periodísticas le eran adversas, es pura anécdota con el fango en las calles de las localidades valencianas arrasadas por el agua y, desde luego, una nimiedad con el fango de su conciencia social. Que la vida le "premie" como merece por su condición de individuo absolutamente deleznable. "Quien siembra vientos recoge tempestades". El refranero advierte de las terribles consecuencias que puede acarrear realizar malas actuaciones o predicar malas doctrinas.