La rivalidad militar entre Argelia y Marruecos se intensifica, con ambos países del Magreb incrementando su gasto en defensa a un ritmo acelerado, mientras que España ve estancada su inversión en este ámbito. Según el periodista Ignacio Cembrero en un artículo para El Confidencial, se prevé que Argelia y Marruecos aumenten sus presupuestos de defensa en cerca de un 10% en 2025, lo que supone un esfuerzo significativo para cerrar la brecha militar con España.

A pesar de que el Producto Interior Bruto (PIB) español, estimado en 1.513 billones de euros, es mucho mayor que los de Argelia (214.000 millones) y Marruecos (134.252 millones), estos países del norte de África han decidido reforzar sus capacidades militares en un contexto de tensión creciente. Argelia, que destinará unos 23.050 millones de euros a su defensa el próximo año, sigue liderando el gasto militar en África. 

Por su parte, Marruecos, que destinará 12.383 millones a sus Fuerzas Armadas en 2025, mantiene una política de modernización y calidad en materia militar, estableciendo alianzas estratégicas con proveedores como Israel, Estados Unidos y Francia. Desde 2020, tras normalizar sus relaciones con Israel, Rabat ha intensificado la cooperación militar con este país, un movimiento que preocupa a Argelia y que, según señala el Instituto Internacional de Investigación por la Paz de Estocolmo (SIPRI), ha elevado a Israel al tercer puesto como proveedor de armamento para Marruecos.

La tensión entre Argelia y Marruecos, que ya no mantienen relaciones diplomáticas, también inquieta a Francia, antigua potencia colonial en la región, debido a la posibilidad de un conflicto en el Magreb, como advierte el diplomático Xavier Driencourt en el libro Les scénarios noirs de l’armée française. El deterioro de estas relaciones se ha visto agravado por la situación en Gaza, que ha llevado a intensas protestas en Marruecos exigiendo la ruptura de lazos con Israel.

Con una inversión en defensa de 22.220 millones de euros para 2025, España sigue comprometida con la OTAN a alcanzar el 2% de su PIB en defensa para 2029, aunque el objetivo se percibe complejo dada la actual situación presupuestaria.