La mentira como herramienta de poder se ha instalado en nuestra vida política, tanto a nivel institucional como social. Mentir constantemente no tiene como objetivo hacer que la gente crea una mentira, sino garantizar que ya nadie crea en nada. Un pueblo que ya no puede distinguir entre la verdad y la mentira, tampoco puede distinguir entre el bien y el mal. Un pueblo así, privado del poder de pensar y juzgar, está, sin saberlo ni quererlo, complemetamente sometido al imperio de la mentira. Con gente así puedes hacer lo que quieras.

¿Cómo se explica el "pifiazo" del Partido Popular y Vox a la cuestión de las sentencias de los "etarras" que votaron en el Congreso conformando la unanimidad de la Cámara legislativa? La Asociación de Víctimas del Terrorismo alertó hace 2 años al PP de la "reforma Txapote" que cocinaba Sánchez: "Nos la van a colar". Y aún así, ahora el PP se sorprende y justifica su negligente e irresponsable comportamiento parlamentario como una artimaña del Gobierno socialcomunista, porque a última hora Sumar "coló" una reforma de la que no se percataron. Esta misma semana, el escritor y académico, Arturo Pérez-Reverte ha dicho que "el malvado tiene como aliados a los tontos, y hay muchos más tontos que malvados". Así lo han demostrado PP y Vox. 

El rídiculo de los ponentes de ambos partidos, no ha supuesto ni ceses ni dimisiones, lo que evidencia que no se asumen responsabilidades y seguimos en la política de escaparate y de búsqueda de frases grandilocuentes para titulares más o menos llamativos. Una reforma que puede beneficiar a 44 presos etarras con un "fallo histórico", queda impune de responsabilidades y no ha reportado consecuencias, cuando en política prevalece el principio de que "quien la hace, la paga". En este caso, la complaciente actitud de PP y Vox con sus diputados, ha derivado en tratar de poner el foco en el Gobierno culpándole de complicidad con Bildu y ETA si ahora no retiran esa reforma."A Pablo Casado lo echaron por menos", dicen voces internas del PP; ahora el liderazgo cuestionado de Feijóo decae por el cúmulo de errores que viene cometiendo y hay quien apunta que "una cosa es gobernar en Galicia y otra España", porque a nivel nacional acostumbra a marcarse con frecuencia "un gallego" y a veces, como el chiste de la escalera, no se sabe si Feijóo sube o baja. 

Acortar las penas de los "etarras" en base a conmutar los años de condena cumplidos en Francia, se ha colado pese a contar con tres meses para analizar la enmienda de Sumar y cuando PP y Vox tienen 125 asesores en el Congreso con un coste de casi 6 millones de euros al año. Esto, como diría un castizo: "No tiene perdón de Dios". Gente que cobran de media 94.000 euros anuales y, encima, no se leen los documentos, lo que llevó al pendenciero Sánchez a su irrisoria frase con indisimulado sarcasmo: "No saben ni lo que votan". Con tamaña clase política, los ciudadanos estamos desamparados, porque los representantes del pueblo no cumplen sus funciones. En una empresa seria un "error" de estas características o menor que perjudicara a la corporación, habría acabado con culpable en la calle o expedientado. Una situación que abre el debate sobre la capacitación del personal eventual incapaz de detectar estas maniobras. 

La respuesta a esta caótica situación obtuvo una que derivaba la responsabilidad al Gobierno y ahora se busca, a la desesperada, una solución imaginativa para tratar de enmendar un error imperdonable.  Un hecho que mueve a la mofa: "Cobro sólo 94.000 euros; no me pidas que lea las leyes que apruebo". Lo dicho: "El malvado tiene como alidos a los tontos y hay más tontos que malvados" (sic Pérez Reverte). Menos mal que los ponentes del PP y Vox firmaron haber "estudiado con todo detenimiento "la reforma que beneficia a los etarras, y todas "las enmiendas presentadas". O sea, mentirosos y tontos a la vez sin pena de culpabilidad.

Es imperdonable que el PP que ha hecho bandera del duelo nacional sobre las víctimas del terrorismo, ahora cometa esta indignidad que justifican: "En la votación pensábamos que estábamos transponiendo una directiva europea sobre el intercambio de información de los antecedentes penales de delincuentes en la Unión Europea. De todas formas, la pelota está ahora en el tejado del PSOE. Con una simple firma de Bolaños se retira la norma con la trampa. Y se puede empezar de cero la transposición de la directiva europea sin beneficiar a los etarras. El gobierno va a intentar que se hable de los "errores" de PP y Vox, mientras ellos siguen con su hoja de ruta con Bildu".

El episodio justificado por el PP es el siguiente: "Nadie se dió cuenta. Ni Vox. Toda la atención recayó en otra enmienda de Junts que pretendía beneficiar a Puigdemont. Nos pusieron una cortina de humo para que Sumar colara la enmienda que beneficia a los etarras. Y los letrados de la Cámara tampoco advirtieron nada".

Pura retranca política con malvados-perversos y tontos, convirtiendo la representación del pueblo en las instituciones en una parodia nacional de vodevil. Disfrutemos lo votado.