
Ceuta como objeto oscuro del deseo
Un viejo refrán indica que "por dinero baila el perro". Y si no, que se lo pregunten a Pedro J. Ramírez, hoy ilustre valedor de las excelencias de Ceuta, experto descubridor de unos valores y proyecciones ceutíes nunca vistos, quien ha compartido estos días con los prohombres locales el pan y la sal, enalteciendo dimensión futurible de Ceuta nunca vista.
No es que el reputado periodista haya encontrado la piedra filosofal de las excelencias "caballas" (iluminado como el apóstol Santiago al caer del caballo) o que se encuentre en la quintaesencia descubierta en pleno siglo XXI, bajo el paradigma del cambio de modelo económico en una ciudad que ve a cada paso dismuinuir el arraigo de sus gentes o el futuro de las nuevas generaciones que emigran. Ahora resulta que Pedro J. Ramírez, más empresario que periodista en la actualidad, con Juan Vivas y Kissy, ha sentido el poder de la seducción económica del dinero público, como si 100.000 euros hicieran el milagro de la multiplicación de los panes y los peces o, dicho de otro modo, la reconversión de las empresas de juegos "online", antaño reducto de dinero negro, en el efecto placebo llevado del cordón umbilical de las onerosas subvenciones públicas surgidas de las arcas municipales que, a lo que parece, hacen milagros.
El 11 de enero de 2021 podía leerse en El Español un reportaje bajo el título de "La tapadera de Ceuta tras los juegos on line: fraude, blanqueo de capitales y dinero para espías". Y seguía con este párrafo:"Las casas de juegos online son actualmente uno de los epicentros del dinero negro a nombre de un testaferro que dificulte inculparlas". El coladero -decía El Español- era antes Gibraltar, relatando que Juan Vivas presentó en 2017 la idea de reforzar y actualizar la normativa fiscal de 1.955 con el objetivo de que Ceuta se convierta en un lugar de estar e invertir. Servicios Tributarios de Ceuta contabilizó 25 compañías de Rusia, Francia, Italia, Bélgica, Reino Unido, Malta e Israel. 27 locales, 230 puestos de trabajo y un centenar de estudiantes en los cursos de capacitación profesional. El Español comprobó que parte del sector en Ceuta opera con un domicicilio fiscal ceutí en el resto del mundo sin contar con el título habilitante en España. Una situación ilegal según el ministerio de Consumo.
El Español publicó el 22 de agosto de 2020: "El CNI investiga casas de juego en Ceuta y Melilla como tapadera del espionaje extranjero". La pista surge tras el cobro de un premio de 50.000 euros que podría ser un pago realizado a cambio de pasar información a empresas turcas, publicaba el medio de Pedro J. Ramírez.
El 29 de septiembre de 2021, Pedro J. Ramírez irrumpe en Ceuta para el I Foro Económico, trayendo de la mano al ínclito José Bono, un socialisto con vínculos en Marruecos y apegado a Zapatero, con vinculos en Panamá y República Dominicana, el mismo que puso propiedades urbanísticas a nombre de su hija menor de edad. En esa oportunidad, el Gobierno de Vivas, muy celebrado por Juan Carlos Rontomé firmó -con los buenos oficios de Pedro J. Ramírez-, un Convenio con el Teatro Real, para llevar el arte de Talía a los colegios, según decían. Algo de lo que nunca jamás se supo, pero sí se manejaron buenas cantidades de dinero. Un total de 100.000 euros, de los que 60.000 eran para el periódico del periodista-empresario de El Español.
Ahora, tres años después, pensando en que ya nos olvidemos del Convenio con el Teatro Real, vuelve Pedro J. Ramírez, para la segunda edición del Foro que ha merecido parabienes y elogios de los interesados por la módica cantidad de 100.000 euros de dinero público, convirtiéndose el Gobierno de Vivas en financiador "de facto" del periódico del avispado Pedro J. Ramírez, otrora "enemigo" y hoy a lo que parece, estrecho colaborador del Gobierno de Juan Vivas para bendecir el futuro del clarivicente horizontre ceutí, posiblemente, a base de subvenciones cuantiosas de dinero público en una política más socialista que "pepera".
En Ceuta siempre se ha dicho que nunca han de venir de fuera a decirnos lo que es nuestra ciudad, porque "aterrizar en Ceuta es muy difícil porque no hay aeropuerto", como siempre ha dicho el periodista Luis Aznar con no poca sorna y retranca.
La reconversión de las otrora empresas "on line" de juegos bajo sospecha fraudulenta, convertidas hoy en locomotoras de progreso económico, es la magia que hace lo imposible en factible por mor del dinero público que traduce en verídico lo inverosímil y en posible lo imposible. Si la política hace extraños compañeros de cama, en este caso, la prostitución socialista del Caso Berni, parece trasladarse a comprar voluntades bajo el señuelo de unos fastos que el llamado "poderoso caballero", convierten en el gran logro de la dimensión ceutí de excelencia "urbi et orbe".
Si por "dinero baila el perro", aquí hay muchos que demuestran una habilidad especial en esta danza perversa de "bailarnos el agua" sin escrúpulos. Nunca dejaremos de sorprendernos de tanta infamia, engaño y manipulación. El mundo sórdido de la política no tiene límites como tampoco la ingenuidad de muchos que hoy "disfrutan lo votado". Ceuta se ha convertido en objeto oscuro del deseo, como el título de la famosa película de Luis Buñuel, galardonada en su día con el Óscar a la mejor película extranjera y al mejor guión con un elenco de lujo: Fernando Rey, Ángela Molina y María Asquerino.
Los devaneos de la política con la economía de por medio, deriva en situaciones de película que la convierten en el arte de lo inverosímil. Ceuta no es ajena a estas situaciones con verdadero "morbo". Y el elenco que conforma esta "película", podría también ser de Óscar a la caradura y al desparpajo en la reconversión a base de dinero público.
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