Ni voluntad política, ni dotes de gestión, ni fórmulas  con soluciones, la invasión migratoria ilegal es la consecuencia del aniquilamiento de la civilización occidental para modificar nuestras formas de vida.

Un Estado como Marruecos donde se gastan 500 millones de euros en un campo de fútbol en Casablanca para los Mundiales pero a sus "niños" los tenemos que mantener nosotros, no es defendible desde el PP, PSOE o partidos islámicos de la Asamblea de Ceuta. Es, sencillamente, una aberración humana cuando no un insulto a  nuestra inteligencia y una afrenta a los Derechos Humanos que la izquierda dice defender con tanto ahínco. A ver si por una vez, hablan con claridad y llamando a las cosas por su nombre. Sin miedo, sin sentirse coartados, sin disimulos. Sin mencionar la riqueza personal del Rey de Marruecos que mantiene a tanta gente muerta de hambre en su país.

Si la politica de la primera ministra Meloni ha conseguido en Italia taponar un agujero que desestabilizaba el país transalpino, aquí en España, el paradigma de la ineptocracia, Pedro Sánchez, -tan seducido por países que son paraísos fiscales o con fiscalidad "especial" del tipo Panamá y Andorra-, agrava el tema migratorio convirtiéndolo en el cuarto asunto que más preocupa a los españoles y, para solucionarlo, se va a la Africa profunda para ofertar 250.000 puestos de trabajo con 3 millones de parados en nuestro país.¿Cabe mayor desfachatez y atrevimiento sarcástico?

Cuando un político de la ineptocracia se ve asesorado por gentes de la mediocracia, la combinación perfecta es la Teoría de Peter: alcanzar el máximo nivel de incompetencia al escalar a puestos de la cúpula dirigente con un bajage precario de formación, cuando no inexistente.

Sánchez, desde que se propuso aferrarse al poder a cualquier precio, es una marioneta a golpe de asesores que le proponen presentarse como campeón "progre", aún perjudicando la propia estabilidad social del país y sus intereses en Canarias, Ceuta y Melilla. Un contrapunto, donde no se entiende que si es tan plausible la llegada de inmigrantes ilegales y su acogida, por qué sus socios "progres" catalanes y vascos se niegan a acoger a ninguno, con la aceptación de este Gobierno "multiusos" que quiere repartir en todo el terrirorio nacional a ese verdadero ejército de inmigrantes musculados y sin un ápice de haber pasado hambre.

Jean D'Ormesson, novelista y ensayista francés, ha escrito que "la ineptocracia es el sistema de gobierno en el que los menos preparados para gobernar son elegidos por los menos preparados para producir, y los menos prepoarados para procurarse su sustento son regalados con bienes y servicios pagados con los impuestos confiscatorios sobre el trabajo y la riqueza de unos productores en número descendente , y todo ello, promovido por una política populista y demagoga que predica teorías que sabe que han fracasado allí donde se han aplicado, a unas personas que sabe que son idiotas".

Este pensador creía que asistimos en Occidente y diría yo que hoy tambien en España, a un deterioro a ratos sutil y a veces burdo de la democracia, en favor de esa ineptocracia.

El Gobierno de Pedro Sánchez, con sus mil bajezas, concesiones y manipulaciones, dependiente del retrocomunismo, parece un triste ejemplo de ineptocracia. A estas alturas, cualquier disparate de este Gobierno es posible. Se requiere precaución y vigilancia extrema. Las mentes ladronas con intenciones de lucrarse mucho, están a la orden del día en política. Resulta aterradora la crisis de pobreza que nos puede venir encima con estos individios inmersos en la ineptocracia.

El escandaloso efecto mimetico que se vienen  produciendo entre ineptocracia y mediocracia, ahora que Sánchez dice que los inmigrantes han de volver a sus países de orígen (discurso de Vox), se demuestra que estamos ante un fantoche insensible a la miseria humana y, lo que es mucho más grave: un sociópata muy peligroso. De Sánchez se puede esperar cualquier cosa y ninguna buena.¡Para echarse a temblar! Lo peor es que está poniendo a prueba nuestra paciencia.