Vox se quedaba sólo allá por el mes de abril cuando defendía una enmienda para evitar que se legalizaran de golpe a 500.000 inmigrantes en situación irregular en nuestro país. Eran, éramos los malos de la película que no querían ser hospitalarios, que carecíamos de humanidad para dar cobijo y todo un mundo de derechos a quienes iban a adquirir de manera sobrevenida la condición de españoles en toda regla. 

De la noche al día, ser español, para aquellos que llevasen en España una temporada hasta cierta fecha, se convertía en una condición gratuita y, a partir de ese instante, cualquiera de esos votos valdría tanto como el suyo o el mío que por esta tierra llevamos desde que nacimos para bien o para mal…

El efecto llamada alcanzaba unas cotas inimaginables hasta ahora, España se exponía a multiplicar la recepción de nuevos inmigrantes como nunca y así nos esta yendo en este verano, en el que el Sr. Vivas alzaba la voz pidiendo auxilio al gobierno central ante la avalancha que no cesa y la respuesta no explícita de “si era lo que pretendíamos”, mientras por Canarias no era menor el hartazgo en ese otro foco de entrada de invasión diaria que supone vivir a un pequeño oteo de mirada desde las costa occidentales africanas.

Hasta que Feijóo recobró la palabra y habló. Alguien le había dicho que muchos, la inmensa mayoría de los inmigrantes ilegales que llegaban a España lo hacía apoyados en la ayuda de mafias que trafican con la miseria humana. Eso ya lo había oído Feijóo en el Congreso, allá por el mes de abril, pero eran los malos, los de VOX quienes lo habían redicho sobre lo dicho en la machacada tribuna de la Cámara Baja, que de cada vez que hablan los de VOX parece secuestrar la voz para que Feijóo no se entere, y así llevamos desde abril, pero de 2019 por remitirnos a fechas de la primera aparición de VOX por el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo.

Yo no sé si es que el líder de los populares atisba una ligera posibilidad de prontas elecciones, a la vista del último cabreo de los de ERC, y quiere ir ganando adeptos entre el electorado voxero, pareciendo, sólo pareciendo, un poco más duro con el tema; o es que le quería gastar una broma a Pons, González Pons firmador de acuerdos oficial con el PSOE, y hacer como que se alejaba un rato de las cosas que se dicen por Europa, como si en España estuviésemos para bromitas con el tema, viendo lo que se cuece en ciertos lugares de la Europa continental e insular británica… O es que, tercera posibilidad, quiso parecer que Sánchez no condiciona su mensaje, y aprovechaba que se había ido a repartir dineros a los países de origen de toda esa población que busca asentarse entre la nuestra, para soltar lo que soltaba en la entrevista en Europa Press. En breve, apúntenlo, asistirá raudo a matizar lo dicho, si no él, alguno de sus adláteres a poco que desde Europa les vuelvan a pedir explicaciones o Albares les llame a capítulo, que todo es posible…

O es que Feijóo leyó el articulo precedente al que acaba de leer…