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Ciudadano Indignado
Lunes, 19 de Agosto de 2024

Ciudadano indignado

Aunque hace ya tiempo, quedará grabado en mi memoria como un día que ilustra claramente los fallos de nuestro sistema de justicia y la impunidad con la que algunos individuos pueden actuar. Me siento impulsado a compartir mi historia y mi indignación con respecto a los eventos que ocurrieron en mi hogar y la incomprensible sentencia que se ha dictado en el juicio que siguió.

 

Todo comenzó una mañana de domingo cuando estaba realizando una tarea tan cotidiana como tender la ropa en mi hogar, donde resido junto a mis padres. Lo que sucedió a continuación fue inimaginable: los vecinos de arriba, me arrojaron un cubo de agua por la ventana. Mi primera reacción fue advertirles que llamaría a la policía si repetían ese acto. En lugar de detenerse, el esposo de esta vecina respondió con una serie de insultos vulgares y amenazas.

 

Los insultos resonaron en mi mente, mientras luchaba por entender por qué alguien podía comportarse de esta manera. Pero mi advertencia surtió efecto momentáneamente y cesaron los insultos y el arrojo de agua.

 

A pesar de la sorpresa y el miedo, continué con mi rutina. Sin embargo, no salí de mi hogar durante ese día y el siguiente, debido al temor que me había provocado la actitud de estos vecinos. Finalmente, tuve que salir para tirar la basura al día siguiente por la noche.

 

Fue entonces, cuando todo se volvió aún más aterrador. Mientras abría la puerta de mi hogar con una mano ocupada sosteniendo una bolsa de basura, me encontré cara a cara con los mismos vecinos que habían arrojado insultos y agua el día anterior. Sin mediar palabra, la vecina me agarró del pelo y comenzó a golpearme violentamente, mientras su esposo me escupía y golpeaba. Estaba indefenso, con una mano ocupada y traté de protegerme cruzando los brazos sobre mi rostro.

 

Logré cerrar la puerta de mi hogar, pero ellos se quedaron en el umbral, golpeando la puerta y amenazando con quemar mi automóvil y hacerme daño. Fue entonces cuando llamé al 112 en busca de ayuda. Su respuesta fue que me tranquilizara, ya que estaban notificando a la Policía Nacional.

 

Cuando la policía finalmente llegó, les expliqué los horribles eventos que había sufrido. Sin embargo, me sorprendió que uno de los agentes me preguntara si tenía problemas con los tendederos de ropa, ya que los vecinos que me habían agredido alegaron que el ruido causado por mis tendederos los había molestado. Mi respuesta fue clara: ¿puede el ruido justificar la violencia? El agente afirmó que la violencia nunca está justificada.

 

Luego, me dirigí al centro de salud y al hospital para recibir atención médica por las heridas que sufrí. Presenté una denuncia en la comisaría de policía y, en el juicio, se revelaron más detalles preocupantes.

 

La vecina negó haberme agredido y afirmó que yo la había atacado. Además, trató de desacreditarme al afirmar que yo era una persona conflictiva que hacía ruido y no me llevaba bien con los vecinos. Sus negaciones incluyeron el arrojo de agua y la agresión.

 

Por su parte, el marido negó su participación en cualquier conflicto y afirmó que había estado enfermo y sin salir durante varios días, a pesar de que se le había visto descender las escaleras diariamente desde su tercer piso. Presentó un parte médico por supuestas hernias.

 

Es doloroso y frustrante que estas personas, a pesar de sus actos violentos y agresiones, hayan sido absueltas por el tribunal. La falta de justicia es evidente en esta sentencia, y siento que la ley no se ha aplicado adecuadamente en este caso y la Policía debería de, en el momento de los hechos investigar adecuadamente. 

 

En resumen, lo que experimenté aquel día es una triste muestra de cómo la injusticia puede prevalecer en nuestro sistema legal. Mi esperanza es que mi historia arroje luz sobre estos problemas y fomente un debate sobre la necesidad de una justicia más equitativa y efectiva en nuestra sociedad. Nadie debería tener que soportar la violencia y el abuso sin recibir una protección adecuada por parte de las autoridades.

 

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