Este sábado 3 de agosto se procederá al traslado de 46 residentes del CETI de Ceuta del programa de atención humanitaria. La mayoría de los residentes son de Guinea, Chad, Argelia y Sudán, ha confirmado esta mañana la Delegación del Gobierno.

El CETI, con capacidad para 512 residentes, se encuentra actualmente con un número que supera en un centenar esa cifra máxima, por lo que el Ministerio de Migraciones frenó el acceso de más inmigrantes durante unas horas en una decisión sin parangón (el CETI ha llegado a disponer en otras etapas de más de 1.000 residentes con la necesidad de, incluso, activar al Ejército para dotar las instalaciones anexas de tiendas de campañas para la sobreocupación). Las llegadas de más de un millar de inmigrantes a Ceuta en el último mes de junio por mar y tierra y de diferentes nacionalidades -también menores- ha puesto en jaque la capacidad de la propia ciudad, y de la propia administración general del Estado que ha movido ficha con urgencia para tratar de descongestionar el Centro de Atención de Inmgrantes.

Con residentes subsaharianos de varias nacionalidades, magrebíes (argelinos y marroquíes), la convivencia en el interior del CETI es muy complicada. Se han producido serios altercados con la actuación de unidades de Policía Nacional, han habido detenciones y heridos en trifulcas.

El director del CETI ha presentado su dimisión, y el centro pasa por unos momentos de complicada gestión que el Ministerio trata de recomponer enviado a casi medio centenar de sus residentes a la península en esta misma mañana.

Hasta el PP de Ceuta, que siempre se mostró muy cauto políticamente con denunciar al Ejecutivo monclovita, se ha sumado a las críticas en la gestión del problema migratorio del Gobierno de Pedro Sánchez