Santiago Abascal ha puesto en escena esta semana el valor de la palabra dada. Anticipó que rompería con el PP en los seis gobiernos en los que compartía la gestión por el reparto de MENAS en una política que suponía una actuación errática del PSOE, a la que Feijóo dijo dar carácter de solidaridad, olvidándose de su campaña en las Europeas en Cataluña y obviando su dureza contra la inmigración ilegal cuando el relato de la izquierda era que había asumido el discurso de Vox.

En esta España nuestra donde la coherencia política es un valor en extinción, Feijóo ha olvidado con su frágil memoria, que precisamente la política migratoria del "sanchismo", ha llevado al banquillo a la última vicepresidenta de su "barón" Juan Vivas, tan proclive él a asumir los postulados socialistas por las devoluciones en caliente, cuando el longevo político dijo aterrarse aquél mayo de la invasión marroquí, que luego llamó 'episodio'. Un país desleal, Marruecos, donde su Rey acumula riquezas personales y es capaz de gastar  millonarias cantidades en armamento, mientras sus nacionales se mueren de hambre o los "embarca" en cayucos con destino a nuestros territorios para que nos cueste 30 millones de euros 400 ilegales que atender a 6.000 euros por cabeza al mes mientras hay pensionistas que apenas alcanzan los 500 euros mensuales.

Feijóo que parece vender muchos principios ante Vox, presumiento de no dejarse chantajear, se ha convertido en un títere para Sánchez y el PSOE corrupto: No ha sido invitado al décimo aniversario del Rey ( por orden del Gobierno); no ha conseguido que Von der Leyen se oponga a la Ley de Amnistía; no sabe qué hacer con la reforma del CGPJ, tampoco mueve un dedo ante la galopante corrupción del PSOE, Feijóo dice que no es su estilo citar a Begoña Gómez como tampoco está en la querella contra la mujer del presidente y del hermano de Sánchez; no ha movido un dedo por el regalo de la Cátedra del Rector de la Complutense a Begoña, además no opina sobre la apropiación indebida de Begoña de un bien público. ¿Qué hace Feijóo aparte de incordiar a Vox y mostrarse ofendido cuando Abascal le hace responsable de las violaciones y los machetazos que se produzcan en las calles como cómplice político de Sánchez? En Ceuta ya hemos sufrido una, precisamente estos días, a cargo de un argelino del CETI y, personalmente, conozco otras que no han tenido repercusión pública como merecían. Ocurre que a nuestra querida España, han venido inmigrantes con otros conceptos sociales y otras culturas, donde la mujer no es considerada, como propugna la izquierda feminista que guarda silencio con esta ralea que nos invade.

No se puede hablar de solidaridad cuando hay emergencia social a causa de la inmigración descontrolada, con esos aviones-patera que en vuelos nocturnos, con alevosía, transportan a los ilegales a Madrid para convertir la Comunidad de Ayuso en conflictiva. Como si no tuvieran bastante con las numerosas bandas latinas, toda Africa se ha convertido en el gran negocio de la inmigración, no sólo de los tráficantes de personas sino de ONG´s  subvencionadas que viven de la miseria humana, los abogados en turno de oficio que hace una asistencia muy jugosa económicamente y de tantos sectores que se nutren de la inmigración.

Entendería la solidaridad en la inmigracion si quienes trabajan con ella no percibieran sueldo alguno, también la entendería si los políticos que defienden ese sentido humanitario, acogieran en sus propiedades a estos inmigrantes. Recuerdo que Manuel Hernández, a la sazón secretario general de los socialistas ceutíes, hizo esta pantomima allá por el año 2019. Era el 23 de mayo cuando leemos el siguiente titular: "Existe la posibilidad de que las familias de Ceuta puedan acoger en su seno familiar a un MENA". Ese acogimiento familiar que propugnaba Hernández no lo protagonizó él como hubiera sido un buen ejemplo a seguir, sino que fue una soflama más de las burdas maniobras socialistas del "fake new". Esto sí que es fango y engañar al electorado con promesas difíciles de cumplir de estos adalides de la solidaridad social.

Ahora Feijóo abandonado por Abascal en las Comunidades Autónimas, no tiene el menor recato de establecer pactos con el PSOE, como ya ha anticipado su "baronesa" extremeña, que es realmente lo que el PP quiere: alcanzar acuerdos con Sánchez vendiendo un discurso de "hombre de Estado" que es una falacia. El mejor aliado de Sánchez es Feijóo y no Abascal, ya que por más desaires que ha recibido del corrupto presidente, aún sigue sentándose con él para supuestos acuerdos que nada más que benefician al bipartidismo.¿Se ha soliviantado o ha adoptado alguna medida para la catarata de sentencias absolutorias a los chorizos de los ERES que no han devuelto los 680 millones de los parados andaluces, ese partido que se hace llamar Obrero que ni los defiende ni es socialista, porque los sindicalistas "comegambas" subvencionados guardan silencio a tanta tropelía?

La verdadera razón del hastío de Vox es toda la retahíla de desaires de Feijóo y su patraña de justificaciones: Comenzó en la campaña de las generales solicitando el voto útil y sin disimulo diciendo que querían arrebatar electorado a Vox, siguieron en la misma línea en las gallegas y vascas, el PP de Feijóo pactó con el PSOE las Comisiones en el Congreso de representatividad de partidos y descartó a Vox (pese a apoyarle en seis gobiernos de las CC.AA), en las Europeas el PP plagió el discurso de Vox contra la inmigración ilegal para dar un bandazo después, olvidándose de sus principios y "chalanear" el reparto de inmigrantes por Comunidades Autónomas, y en Europa el PP volverá a pactar con el PSOE y los liberales para repartirse el pastel de los cargos y las poltronas. A PP y PSOE les mueve la codicia. Algo que diferencia a Vox de estos brabucones: Abascal ha dejado más de 400 cargos y miles de millones que podían haber gestionado por el hartazgo de un compañero de viaje desleal y estafador político confabulado con el traidor Sánchez y un PSOE putrefacto.

La grandeza del honor jamás podrán evaluarla ni los corruptos, ni los delincuentes, ni los tramposos, ni tampoco esos políticos del pesebre al que unen a periodistas vendidos por las dádivas de las subvenciones que aniquilan la libertad de expresión y el libre pensamiento. Abascal es una "rara avis" en un contexto de aniquilación de las libertades al precio de adorar al becerro de oro.

Abascal, como dice algún medio vendido, no se ha dado un tiro en el pie; ha quitado la careta a esos dos farsantes que son Alberto Nuñez Feijóo y Pedro sánchez Castejón que tiene la corrupción en su propia alcoba y a nivel familiar. Mucho ha tardado Abascal en dar un golpe en el tablero para acabar con esta partida de ladrones políticos de cuello blanco. Esa sí ha sido la mayor solidaridad con los españoles: descubrir a los farsantes, ansiosos de dinero público y manipulación permanente. El verdadero cáncer de esta España nuestra.

Por una vez, el valor de la palabra dada de Abascal se ha impuesto a la traición de un PSOE corrupto y a la estafa electoral de un PP de vaivenes constantes por el centro izquierda y el centro derecha, que hace tiempo que perdió la brújula, sin  saber dónde ubicarse o poner el huevo.

Quienes quieran equiparar a Vox con Ciudadanos se equivocan: su electorado es firme y por más intentos de Feijóo por dinamitarlo, sigue ahí enhiesto porque ha llegado para quedarse, por más que les pese a los comunistas o a los pseudosocialistas. Ya era hora que alguien se plantara sin temor a perder dinero para no renunciar a sus principios y valores. Mientras haya ladrones y corruptos, les estarán dando vida a Vox, que se nutre de sus conductas atroces y antisociales. Ahí radica la clave de la existencia de Vox y su permanencia en el panorama político nacional.