Los disparos efectuados contra la mezquita Muley El Mehdi podrían responder a un ajuste de cuentas entre delincuentes. Hay personas que no olvidan y son de gatillo fácil. Afortunadamente no hay que lamentar heridos y es comprensible la indignación de toda la comunidad religiosa de Ceuta con este tipo de actos que pueden llegan a relacionarse con ataques a las creencias religiosas en un primer impulso.

Ceuta tiene 42 mezquitas frente a las siete que tiene Melilla y es la región con mayor presencia de vecinos musulmanes, un 42%. Es normal que cualquier incidencia en uno de los centros religiosos islámicos suponga un especial interés informativo a toda la población. Así sucedió ante un incendio en el morabito del Sarchal, otro en parecidos términos en el de Sidi Embarek e, incluso, en el morabito de la frontera cuando un día de agosto de 2010 el Seprona de la Guardia Civil comunicaba a la Consejería de Fomento de la Ciudad la necesidad de realizar una inspección a la pequeña construcción islámica, de 55 metros cuadrados, tras constatarse la existencia de una obra sin la debida autorización junto al vallado fronterizo. Sin olvidar tampoco otras “incidencias”, como el “contenido” de algunos discursos de imanes cercanos a Marruecos, o no. Algo que también pasa en todas las familias de otras creencias.

Puede ser que informar sobre ideas religiosas sea especialmente sensible a muchas personas y es por ello que se debe tener un especial sentido de la prudencia.