Martes, 21 de Octubre de 2025

Actualizada Lunes, 20 de Octubre de 2025 a las 22:00:35 horas

Rodrigo Díaz
Lunes, 20 de Mayo de 2024
PANORAMA POLÍTICO

¡Carajo, cuánto disparate!

El término que denota fuerte rechazo de algo o a alguien así como expresar sorpresa o contrariedad, rechazo con insolencia o desdén, ha sido quizá la palabra más utilizada por el presidente de la República de Argentina, que al aludir a la presunta corrupción de la mujer del presidente Sánchez, Begoña Gómez, ha soliviantado al Gobierno -como si hubiera dicho algún disparate Milei-, trasladando la alusión a una persona sin condición institucional para hacer negocios a una cuestión de Estado por su egregio marido.

 

Toda la izquierda mediática, que no se inmutó porque un ministro (Óscar Puente, titular de Transportes) habitual en cuestión de lenguaje pedrestre y llamado por el PP como perro de presa, llamase drogadicto al presidente de Argentina, ahora se rasgan las vestiduras con un sentimiento prebautismal de supuesta inocencia del concepto de ofensa nacional desvirtuado sí, por los zurdos como llama Milei a la gente de izquierdas. Menuda ofensa ésta también para referirse a quienes no tienen recato en calificar de "fachas" o "nazis" a gentes de tendencia ideológica que no lo son tal y que, simplemente, no cumulgan con su adoctrinamiento sectario y sus políticas totalitarias. ¿Y qué decir del educado presidente Sánchez que en referencia a Milei lo llamó despectivamente el de la motosierra?

 

Milei llamó "calaña" a Sánchez y corrupta a su mujer. Etilomógicamente, para los no iniciados, el término "calaña" se refiere a la índole, calidad, naturaleza de alguien o algo y en ningún caso es ofensivo sino definitorio. Y señalar como corrupta a la mujer del presidente, actualmente investigada por sus negocietes, no es ningún disparate ni motivo para considerar como ataque al Estado español en su conjunto, lo que no deja de ser una conducta propia de la picaresca española, donde el más atrevido-listillo o con más "padrinos" hace píngües negocios.

 

Los zurdos, como llama Milei a los de izquierdas, no se soliviantaron tanto cuando el presidente de Colombia insultó a España. Gustavo Petro, antes de su visita a nuestro país habló del "Ejército del yugo, de un régimen productivo de esclavistas", lanzando dardos a la España que descubrió América. Y Pedro Sánchez que reclama educación, no debió apreciar en Oscar Puente ningún improperio cuando tildó a Milei de drogadicto.

 

El nivel de sensibilidad en cuestión de ofensas es muy relativo en la izquierda o zurda mediática, porque Santiago Abascal utilizó unos términos de escolanía con lenguaje de "colegas" de colegio al decir que a este Gobierno hay que sacarlo-echarlo a patadas o gorrazos, términos que suponen odio y violencia para los pacifistas de izquierdas que incendian las calles y tratan de rebajar el terrorismo del Procés a mera alteración del orden público. Y  ETA, con cuyos "colegas" de Bildu pactan, resulta que son unas hermanitas de la caridad.

 

No deja de ser un ejercicio de cinismo político que quienes pactan con terroristas e independentistas, se ofendan por el lenguaje urbano que todo el mundo entiende. Como si los debates en el Congreso, con tan doctos oradores de la izquierda, hubieran sido un ejemplo de retórica selecta o decencia, allá donde una integrante de Sumar, llevo a su bebé a dar el pecho, como si el sueldo no diera para una asistenta.

 

Los zurdos hablan de "gente peligrosa y violenta" al referirse a sus antípodas ideológicos, y se converten en adalides de las normas que hay que utilizar convertidos en dictadorzuelos de las reglas a utilizar.

 

El patriotismo del que habla ahora Sánchez con el conflicto con Milei no debe ser el mismo que él utilizó para cambiar la postura española con el Sahara Occidental para beneficiar a Marruecos sin pasar por el Congreso, o cuando introdujo al líder del Polisario en pandemia y provocó el conflicto diplomático con Marruecos o cuando se posiciona con Palestina aún sabiendo que no hay garantías de que la ayuda española no llegue al grupo terrorista Hamas.

 

El respeto y el patriotismo de Sánchez, en este caso con Milei, están fuera de lugar. Él que negoció el pacto con Junt y ERC en el extranjero; él que ha negociado con un forajido de la Justicia; él que aceptó mediadores extranjeros. ¿Eso no es injerencia en nuestra politica? De todas estas tropelias hablaba Abascal cuando se refirió que habia que echar a patadas y gorrazos a este Gobierno que ha hecho de la Ley de Amnistia y de los indultos a la carta, unos procedimientos a medida para apuntalar un Gobierno débil y sometido a permanente chantaje independentista.

 

El PP, tan fino como siempre y tan cobarde, se rasga las vestiduras con el lenguaje de Milei como si Ayuso no hubiera insultado a Sánchez desde la tribuna de invitados en el Congreso cuando se aludió a su novio y se acordó de su madre para luego decir que era "me gusta la fruta", o cuando en la última campaña electoral popularizaron el slogan descalificador para el PSOE de "que te vote Txapote" en referencia al terrorista vasco asesino de varios crímenes a políticos, integrante del "ala dura" de ETA. Y González Pons dice que el PP no es de insultar con una amnesia intencionada tan clamorosa como Pedro J. Ramírez que aconseja a Sánchez y Feijóo que saquen de las instituciones a "quienes se hagan indignos de ellas", en referencia a Abascal, olvidando qué mayor indignidad que la suya con aquél vídeo en el que hacía el payaso con corpiño y una mujer de color siendo el hazmerreir de España y aún sigue ahí de director de un medio, impartiendo lecciones de dignidad. Con tan siniestro episodio en su vida personal aún aconseja condenar al ostracismo al líder de Vox mientras no muestre modales; serán los suyos, con ese patético vídeo -que se hizo popular hace alguna década- los que son un ejemplo a seguir. Toda esta gente cumplen el refrán: Consejos vendo y para mí no tengo.

 

Vaya ralea que se han juntado: Sánchez, el PP, los mediáticos zurdos, esos honorables que dan lecciones de todo y no se las aplican. Habrá que decirles a todos ellos, como suelen hacer en Argentina y hasta en algún lugar de España: Váyanse todos al carajo.

Comentarios
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.113

Todavía no hay comentarios

Más contenidos

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.