Milei viene
Milei viene a España, Milei viene a Madrid. Milei viene a ver a Abascal, viene a ver a toda la gente de Vox.
Milei no va a ver a Puente, tampoco viene a ver a Sánchez. Quizá Milei pase a saludar a S.M. El Rey.
Milei viene a traer esperanza y apoyo al proyecto de Santiago, a demostrar que es posible hacer que un país remonte el vuelo comenzando por recuperar la dignidad en el trabajo poniendo en la calle a enchufados por decenas de miles. Que eso se hace y no pasa nada, o sí. Pasa que la nación comienza a recuperar la Fe en sí misma, y así comienza a irle a la República Argentina.
Viene Milei por encima del insulto, más allá del deseo de tantos que buscan su desistimiento. Craso error y pérdida de tiempo en quienes pretendan semejante cosa del de la Palermo bonaerense. Viene otra vez Milei a afianzar lazos con la España que desea ver dentro de poco; con esa España que no se rinde porque nunca lo hizo quien la guía; Esa España que insiste porque sabe que en ello le va su persistencia y la de todo aquello que sueña ver grande otra vez; la España que lucha porque es posible y no abdica en su empeño, porque se sabe llamada a otras lides más allá del politiqueo de limosnas lastimeras con las que se pretenden mantener a España, mientras derrocha manos llenas en sus tan inútiles como multitudinarios Consejo de Ministros.
Milei viene a recordarnos que la esperanza y la libertad es posible superando el desencanto y la desidia a la que nos invitan a aspirar los burócratas allende los Pirineos. Porque Milei sabe que de España es posible esperar más en la peor de las situaciones, y la actualidad es, por desgracia, uno de esos momentos.
“El loco”, su apelativo habitual, o “el Jamoncito”, como recientemente le denominó su vicepresidenta, viene a traer el mensaje fresco de un presidente al que el tal Sánchez aludía sin nombrar en la campaña electoral catalana como si fuera una amenaza. Como siempre el socialismo insultando inteligencias, creyendo que la gente no sabe qué ignominiosa herencia dejaron a Milei sus predecesores en el cargo, precisamente del mismo bando que estos que aquí se denominan gobierno.
Recibamos, pues, al Presidente de la República Argentina, un presidente de República de derechas, porque la República no tiene que ser necesariamente ni de un bando ni de otro, es sólo la forma de Estado, el fondo y el trasfondo es otra cosa…
Viene Milei a enervar a algunos (o muchos) cuando aún no se ha montado en el avión. A recordar que es posible y necesario adelgazar a los Estados para que la decrepitud no invada más los bolsillos de los contribuyentes. Y aquí le esperamos con los brazos abiertos, porque no viene a llevarse más que el cariño de miles de españoles para el pueblo argentino, y a dejarnos en la creencia que un día no demasiado lejano el presidente de gobierno que el sueña saludar sea el mismo que usted que lee esto y yo mismo sabemos.
Sea muy bienvenido, D. Javier.
La opinión de Ceuta Ahora se refleja únicamente en sus editoriales. La libertad de expresión, la libertad en general, es una máxima de filosofía de este medio que puede compartir o no las opiniones de sus articulistas























Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.218