De camino a mi casa, pasé delante de unos trabajadores de las ‘brigadas verdes’ que se afanaban en su tarea diaria; justo en el espacio recorrido entre ellos, oí cómo le decía uno de los trabajadores a los demás la siguiente frase: “verás como no lo consiguen, por culpa de ellos no estamos ya en TRAGSA, por los mismos de siempre, los más flojos, los que no van ni a trabajar”.

Aún me queda la duda de saber si quisieron que yo, conocido periodista, fuese el destinatario de tan oportuno comentario. Cierto es que a esta brigada se le ofreció esa salida o premio, como lo queramos llamar, que mejoraba el salario, pero que fue rechazada por la influencia de ese grupito de privilegiados que, pertenecientes a la brigada, llevan una vida diferente a la de los demás trabajadores. A este grupo es a los que se refería ese trabajador mientras yo pasaba.

Este influyente grupo no se ha amilanado, no, todo lo contrario, mantiene el reto, sabedor que el presidente Vivas no es hombre de mantener pulsos y esperan el momento de debilidad más oportuno del presidente.

El PP, en nuestra ciudad, se supera cada día. Esta vez manda a negociar al consejero Ramírez, el cual anuncia, a través del sindicato CCOO, conversaciones para ubicar en empresas municipales a los trabajadores del Plan de Empleo (brigadas verdes) para más detalles.

Un cambio radical de opinión del consejero; eso sí, lo acercaría, inevitablemente, a una prevaricación administrativa palmaria de la que algunos observadores de este proceso no estarían dispuestos a pasar por alto.

Por cierto, ¿dónde está la UGT, CSIF, etc.) ¿Y aquello de publicidad, mérito y capacidad? ¡Ah! tal vez lo hayan cambiado por mirar para otro lado, como siempre.