En nuestra siempre viva y vibrante ciudad de Ceuta, donde el bloqueo de la aduana con Marruecos ya es la evidencia de la inutilidad de la política exterior, la tensión es tan densa que podría cortarse con un cuchillo... o, en este caso, con un formulario de aduanas. ¡Qué emoción! ¿Quién necesita de subvenciones cuando tienes una crisis económica en tu puerta?

Mientras los ceutíes se preguntan si algún día volverán a ver con normalidad sus queridos productos marroquíes o siquiera si podrán comerciar con el vecino, el secretario general del PSOE en Ceuta, Juan Gutiérrez, ha decidido abandonar el barco en medio de la tormenta. El comercio y los negocios se mueven por el dinero que cabalga a ambos lados del Tarajal y en este tiempo convulso ahora todo depende de los funcionarios y del dinero público que con el que riega la administración central por eso el planteamiento de Gutiérrez es consecuente con la política nacional y con su nueva situación laboral ¡Qué poder habrá para que haya tomado esta decisión tan valiente! ¿Qué mejor momento para un abandono dramático que cuando su partido está más caliente que un anafre a pleno sol de verano? Gutiérrez ha demostrado que el timing es todo, y qué mejor manera de hacer una salida triunfal que cuando todo está en caos. ¡Un verdadero maestro del drama político!

Por supuesto, mientras Ceuta arde en llamas (figurativamente hablando, por ahora), el presidente del gobierno español ha decidido que los problemas locales no son lo suficientemente emocionantes para él. ¿Bloqueo de aduana? ¿Relaciones con Marruecos? ¡Bah! ¿Tensiones internas en el PSOE? ¡Pff! El presidente tiene cosas más importantes en su mente, como la situación en Gaza y el reconocimiento del Estado palestino. Porque, ya se sabe, cuando tu casa está en flama, ¿por qué preocuparte por apagar el fuego cuando puedes distraerte con los incendios en el vecindario?

La sesión de control en el parlamento de esta semana, ese momento glorioso en el que los líderes deben rendir cuentas y enfrentar las preguntas difíciles, se ha convertido en el escenario perfecto para cambiar de tema ¿Cómo podemos cambiar el foco hacia un problema internacional y sentirnos importantes? Ahí está la verdadera magia política. Apartamos el foco del escándalo de corrupción, del acoso de Marruecos y del chantaje de los socios y de paso le damos una patada en la espinilla a Israel porque, en el fondo, fue por culpa de ese país y su software “Pegasus” por lo que se produjo el cambio de situación de Marruecos ¿Qué pensará de esto la comunidad israelita caballa?

Y así, a la vez que Ceuta lucha por mantenerse a flote y el PSOE se tambalea como un boxeador grogui, España brilla en el escenario mundial como el campeón de las causas globales. ¿Quién necesita resolver los problemas locales cuando puedes salvar el mundo desde tu falcon?