En el marco de la lucha contra la inmigración ilegal, durante la noche entre el pasado día 4 y 5 -la última antes del Eid El Fitr -fin de Ramadán-, las Fuerzas Auxilares marroquíes procedieron a detener y enviar al sur a unos doscientos subsaharianos que se habían concentrado en los bosques próximos a Ceuta, con la intención de agruparse y aproximarse al vallado perimetral.

No es casual esas fechas, de supuesta mayor relajación de las fuerzas marroquíes en días de especial relación con festividades como la del Fin de Ramadán. Cierto es que la labor preventiva marroquí está surtiendo efecto, tanto por el patrullaje constante por la zona norte, como por el despliegue de fuerzas a lo largo del perímetro marroquí alrededor de la Ciudad Autónoma.

Se espera al Rey

De igual modo, el norte se encuentra -en estos momentos- con un mayor despliegue de seguridad dada la presencia de Mohamed VI en el norte. Las autoridades marroquíes lo esperan para la próxima semana, lo que ha provocado además el cierre de la actividad porteadora -dados los ánimos sociales y los problemas de seguridad que ello acarrea-. Se ha preferido concentrar las fuerzas en proporcionar medidas de seguridad entorno a la figura del monarca que tiene previsto además proceder a la inauguración de las obras de un nuevo hospital en las regiones de Tetuán y de Tánger.