Más de un centenar de inmigrantes, la mayoría marroquíes entre mayores y menores (incluso una niña) llegaron a nado sin freno desde las costas de Marruecos, a Ceuta, a sólo 200 metros a nado en medio de un mar picado por la complicada meteorología, y en solo 24 horas (entre el domingo y ayer lunes). Incluso se apuntan llegadas a primeras horas de esta mañana de martes.

Con la reciente posición marroquí, de no admitir por frontera a sus propios nacionales, cuando son interceptados entrando ilegalmente en España (costas de Ceuta), la novedad es que los adultos nacionales de Marruecos solicitan el recurso administrativo de la petición de asilo para iniciar el proceso burocrático y prolongar -esperando que sinedie- su estancia en el país.

Enviados al CETI, la población residente de Marruecos ha crecido sustancialmente entre los que reciben atención habitacional y alimenticia en régimen abierto Sólo en febrero más de 80 nacionales marroquíes se encuentran viviendo en sus instalaciones, según datos del centro. Eso los adultos, porque los menores, ya por encima de los 300 desde enero los que han entrado a Ceuta, son mantenidos por la Ciudad Autónoma que asume su función legal de protección. Lo que ha provocado que el presidente Vivas haya pedido al ministro del Interior, Grande-Marlaska, intermediación para frenar esta oleada desde el país vecino.

Este mes han entrado marroquíes, sudaneses, guineanos, malienses, palestinos, sirios pero también sudamericanos como colombianos, ecuatorianos y venezolanos.