Un sector socialista discrepante con la gestión de Juan Gutiérrez como secretario general viene promoviendo desde finales del pasado año, un entorno propicio para defenestrarlo como líder del PSOE local por su reiterado acercamiento el PP.

Son en su mayoría todos aquéllos disidentes que sucribieron una carta de disconformidad con el pacto PP-PSOE que bendecía Juan Gutiérrez para dar cobertura a todos sus compromisos clientelares de la campaña electoral.Y todo ese grupo de "rebotados" inconformistas con la deriva de su secretario general (plasmada en un escrito) son los que promueven ahora una corriente crítica interna, donde mantienen en el anonimato al trío que encabeza la movilización discrepante.

Pese a que de momento nadie quiere dar la cara, la intención está ahí y esa "lista negra" que integran los firmantes de aquél escrito de discrepancia, en su mayoría docentes, son los mismos que promueven esta Plataforma por la Educación pública que esconde un asalto al poder en el seno del PSOE ceutí.

Corren aguas turbias en el seno del partido centenario con una clara fragmentación interna indiscutible y voces discrepantes. Se trata de un caldo de cultivo que, por ahora, está en estado latente pero que podría desatarse en cualquier momento. La amenaza para Juan Gutiérrez es un hecho y podría despertar de la forma más inopinada para pasar factura y mostrar ese descontento con su gestión política suplicante, cuando no sumisa, ante el Partido Popular. Algo que menoscaba el sentimiento socialista hacia lo que ellos llaman con desdén, "las derechas". Y subvertir la dependencia del PSOE al partido de Juan Vivas, este sector crítico lo considera una forma humillante de cesión convirtiéndose en la muleta de quien decían en campaña electoral que estaba acabado, amortizado o jubilado políticamente.