Que un presidente de un Gobierno autónomo es las principales figuras del Poder del Estado es un hecho. Que el presidente de la Ciudad Autónoma es, por tanto, uno de los 19 presidentes que ostentan ese rango es otra verdad. Pero todo ello no sirve cuando, de un tiempo a esta parte, las visitas de los jerifaltes ministeriales del Sanchismo visitan Ceuta.

Es el poder de la actual Delegación del Gobierno que, con un rango de subsecretaría de Estado, manipula a su antojo el protocolo y, pese a que son muy numerosos los acuerdos y convenios bilaterales Ciudad-Gobierno central, son cuidadosamente obviados por quienes han decidido no darle un fotograma al adversario político, aunque este sea una figura que, por el rango que ocupa, debería ser cumplimentada.

La ministra de Trabajo, en funciones, 'pasó' del presidente del Gobierno autonómico, en funciones. Y 'pasó' por el interés partidista de que éste no apareciera al lado de quien iba a explicar y a notificar la realidad de un proyecto de Plan de Empleo retirado de un plumazo a la institución que tenía la encomienda -hasta ahora- de ponerlos en prácticas y desarrollarlo.

La 'lealtad' entendida por el PSOE es así. Una 'lealtad' a la que recurre un presidente en funciones necesitado y esperanzado en que este PSOE se avenga a ello por el famoso 'interés general' que no es más que el interés partidista de unos y otros. Pero la insistencia en seguir unas reglas del juego, mientras el otro se permite permanentemente en romperlas, es incesante. Es como querer ganar un partido de fútbol mientras el rival te cose a patadas y nadie sanciona esa actitud, ni nadie se atreve a sancionarla... es lo que está pasando.

Aquí la lealtad institucional se pone en escena sólo en los saraos de actos con cierta enjundia, como por ejemplo este viernes en la despedida del Comandante General, o como el del Día de las Fuerzas Armadas de este domingo... foto, foto... sólo foto.

En el terreno, mientras unos dan pataditas, otros insisten en recibirlas en silencio, pero la apariencia de lealtad que no pierda, no vaya a ser.