No se puede soplar y sorber a la vez. 'Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio', dice la canción y el dúo de los Juanes (Vivas y Gutiérrez), antaño colegas de pactos, y dispuestos ahora a revivir -con el apoyo de los poderes fácticos de Ceuta que miran por sus propios intereses económicos-, ese contubernio a "instancia de parte", de un bipartidismo miserable para manejar los dineros públicos con la generosidad que su condición codiciosa impone.

Juan Gutiérrez que está en política para ganar dinero al igual que Juan Vivas, ya se planteaba entrar en el gobierno este verano, siendo desautorizado por Ferraz, obligándole a un comunicado de prensa esperpéntico, donde se desdecía de lo que había negociado en secreto y sin consultar a Madrid con Vivas, viéndose en la picota con un PP donde Feijóo apretaba el acelerador para su investidura que resultó después fallida.

Juan Gutiérrez inasequible al desaliento de sus propios intereses, había fijado la fecha de finales de noviembre para culminar un pacto local de intereses personales, una vez que su líder hubiera sido investido con la amnistía y el pacto con independentistas y Bildu también solventado. No contaba Gutiérrez en este galimátías de intereses políticos con la firme y abrupta negativa de Génova en la misma jornada donde el PSOE entregó el gobierno de Navarra a Bildu desarbolando a UPN del mismo, a la vez que Sánchez comparecía en Estrasbusgo para cerrar su presidencia temporal al frente de la UE con la amnistía en su discurso a escasos metros del fugitivo de la Justicia, Puigdemont y donde se planteó una Comisión para investigar desde Europa los desafueros de una negociación que ponía en jaque a los jueces desde Junts y al propio Estado de Derecho, así como la separación de poderes.

Demasiadas controversias para que Gutiérrez obviara con esta tormenta de conflictos, tantos acontecimientos que dificultaban sus propios intereses económicos camuflados de supuesta "responsabilidad" o "estabilidad" política a nivel local, sin contar con que Génova, resabiada por tantos desaires de Sánchez, y por despecho, dispuso que esta vez, el desdén "pepero" llevara a la carcajada que iba a ser muy sonora de Feijóo para el ínclito Gutiérrez, vetando un acuerdo de Gobierno con Consejerías para el grupo socialista ceutí, en lo que hubiera supuesto un escenario grotesco e infame para sentar en un mismo gobierno al PP junto a un PSOE, desacreditado por la situación nacional que trasciende a Europa. Una imagen de afrenta que los "populares" no estaban dispuestos a soportar para la complacencia de los dos Juanes.

Si creían Vivas y Gutiérrez que iban a ir por libre con sus triquiñuelas de andar por casa, esta vez "la derechita cobarde" -bautizada así por Abascal debido a su falta de cuajo-, sí ha puesto en un brete a Vivas y ha zanjado cualquier atisbo de acuerdo con el PSOE que traiciona las estructuras democráticas e institucionales de España.

Vivas reunió el miércoles a su grupo parlamentario en la Asamblea para transmitirles el telefonazo de Madrid, el "no" rotundo a más contubernios y zarandajas con excusas tan banales como la gobernabilidad y el ejercicio de responsabilidad con el PSOE felón, porque está en juego no Ceuta sino España. Aunque en nuestra ciudad haya un sector que está mucho más preocupado por Palestina y la guerra en Gaza -como bien se demostró en la reciente manifestación-, que por los desafueros nacionales donde la confrontación del PSOE es con todas las instituciones democráticas.

Si en verano Ferraz vetó el pacto con el PP en Ceuta, ahora es el PP quien veta ese acuerdo y la entrada en el Gobierno del partido "popular" de Juan Gutiérrez que hasta Podemos en Ceuta ha criticado por la bajeza y sumisión mostradas por intereses económicos personales, más que por una noble acción pública.

Algún medio ha calificado de "crisis" política lo que en realidad ha sido un posicionamiento firme y coherente del PP, donde Feijóo y su cúpula han impuesto una firmeza impropia en líneas generales con sus parámetros de actuación, aunque esta vez, llevados por tantas humillaciones del "sanchismo", hacían obligado e insoportable tolerar más concesiones.

Vivas (quien a puerta cerrada ya ha intentando dos veces concretar cogobierno con Gutiérrez) dice ahora que gobernará en solitario con apoyos puntuales del resto de partidos. Algo que sorprende al PSOE y deja estupefacto a Gutiérrez, quien siempre ha flirteado con la ambigüedad interesada de la gobernabilidad para beneficio de la ciudadanía, que no era tal porque se trataba en realidad de su propio interés personal.

Esta vez, la política nacional sí ha cruzado el Estrecho y no se ha hundido en el tránsito para poner en Ceuta las cartas boca arriba y dejar al PSOE en el lugar que le corresponde, irrumpiendo, en contra de lo que creían los "socialistos", que "no pasaba nada" con la amnistía sacando a las calles la repulsa de cientos de ciudadanos y con un panorama nacional conflictivo de confrontación que aquí en Ceuta no se podía obviar.

Vivas ha actuado, en esta ocasión, al dictado de Madrid y el PSOE, desacostumbrado a tanta contundencia, se muestra meditabundo y confuso sin salir de su estupefacción. Ya ven: donde las dan, las toman. Gutiérrez ha ido a por "lana" y ha salido trasquilado. A tal señor, tal honor.