Los medios al servicio, también del PSOE, se han apresurado al anuncio del "santo advenimiento" en plenas vísperas navideñas: relevo en la Delegación del Gobierno, donde anticipan cual trompetas angelicales divulgando la buena nueva de un "nacimiento" político que MÁS parece que nos va a salvar de las desventuras de inseguridad ciudadana que azotan la ciudad, de la inmigración y MENAS callejeros o cual panacea para resolver los entuertos de este pueblo que son muchos y variados, endémicos y estructurales: Cristina Pérez Valero parece ser la bendecida por el sanchismo imperante.

No salgo de mi asombro cuando percibo que, quien ha estado tan cerca de ver la luz al final del tunel, se preocupe más de su ambición política que de su salud. No hace mucho, Cristina Pérez estuvo en un difícil trance personal con un quebranto de salud muy severo que nos hizo rezar a todos por su recuperación. Ahora, en vísperas navideñas, surge esta novedad con el más que probable relevo del cordobés Rafael García, que le hicieron torear en esta difícil plaza (y no me refieron a la de los Reyes donde se ubica su sede representativa del "sanchismo") sino a Ceuta con mil problemas en el ámbito de la seguridad.

Parece que las piezas del tablero se moverán a nivel económico: Juan Gutiérrez, a quien dicen que en Ferraz han puesto precio a su cabeza por la grabación (según él  utilizando Inteligencia Artificial, o sea, falsa) donde ponía de "gañotero" consumado al número 3 del partido: Santos Cerdrán, el hombre de Waterloo y el "propio" que envió Sánchez para conocer la dimensión real de la humilación a la que le sometía Puigdemont y de qué calibre suponía el órdago para introducírselo por el trasero. Ese chófer de Sánchez, sin formación alguna, que recorrió los pueblos de España, tras la defenestración del felón por las trampas que le descubrieron en Ferraz con una urna escondida para adulterar las elecciones a la secretaría general, algo que forma parte de su ADN, ese mismo personajillo, electricista para más señas, técnico de mantenimiento en IberFruta, es el encargado de estar vendiendo España en Suiza junto al forajido Puigdemont. Un zoquete que, en condiciones normales estaría con el palillo en la boca y pelando cables, un traidor de esta anomalía democrática, se la tiene jurada a Juan Gutierrez. Y éste, trata de posicionarse como sustituto de Cristina Pétrez Valero en la vicepresidencia de la Mesa de la Asamblea a 72.000 euros brutos anuales, además de ser portavoz de su grupo que para eso llegó a la política: A ganar dinero como le reveló a un allegado suyo.

Cristina Pérez Valero tiene una trayectoria muy peculiar: a nivel jurídico: ni ha trabajado para UGT como se ha publicado erróneamente, ni ha tenido bufete con cierta notoriedad en Ceuta, porque su dedicacioón al turno de oficio, es el paradigma de quien ni tiene clientes ni precisamente prestigio para atraerlos. Recordamos que a Carlos García Selva en su día, Jesús Fortes le propuso ser delegado del Gobierno y lo rechazó para no abandonar su bufete, algo normal del que tiene un nombre y un prestigio que no cambia por la política, aunque no le desagradaba mover hilos desde la sombra.

Cristina Pérez Valero tuvo su debut jurídico desde un despacho al que se agregó para hacer sus primeras experiencias y  le correspondió un asunto relacionado con el robo de un vehículo "Mercedes" en un taller de Sevilla que intentaron pasar a Marruecos. La situación -cuentan- le produjo un ataque de ansiedad, situación que se repitió en otra secuencia. Asuntos traumáticos que, comparados con las tensiones en Delegación del Gobierno en el día a día, sería como un juego de niños, donde las presiones y tensiones de todo tipo son habituales y no siempre se solucionan con gritos.

En UGT hubo quien se preguntó cuando hubo su entrada en política:"¿Cómo hemos fichado a ésta?" -aún se comenta entre sus pasillos-.  Su mal genio -dicen algunos que lo han vivido- es una caracteristica de su manera de prodigarse como también lo demostró en la terraza de una cafetería de Gran Vía, en presencia del exresponsable de prensa del partido, Antonio García y de Melchor León (otro mediocre que tal baila ahora 'online'), donde amenazó con rudos modales a un periodista de RTVCE porque consideraba que Vox salía demasiado en la televisión pública, cuando el PSOE estaba en la oposiión y llegó a decir: "Ten en cuenta que las tortillas tienen dos caras y unas veces se está abajo y otras, arriba", indicativo de su ansía de venganza cuando ella tuviera poder e influencia. Algún día habrá que recordarle también el gran favor que le hicieron desde UGT y, supongo que ella no habrá olvidado. Como también que descubra quién era su "ilustre" acompañante en Ferraz cuando se presentó para entrevistarse con el ministro José Luis Ábalos, a la sazón ministro de Fomento, para "cocinar" una moción de censura a Juan Vivas contando con que Dunia apoyaría esta traición; el mismo Ábalos que se desplazó a la barriada de El Príncipe con un séquito socialista a reunirse con ciertos personajes para captar votos electorales, dándole plantón a los periodistas que aguardaban en el Hotel Ulises su comparecencia anunciada antes del mitin previsto en el Parador Nacional Hotel La Muralla.

Su entrada en política le llevó a sitruar a su hermana de asesora siendo ella vicepresidente primera de la Mesa de la Asamblea, un puesto bien remunerado (hasta ahora 52.000 euros brutos al año), además de dos asesores y coche oficial, aunque en la pasada legislatura hubo de soportar repulsas del MDyC que la llamó "okupa" por hacerse con una vivienda de alquiler de EMVICESA para jóvenes con pocos recursos económicos. Una afrenta que dice bien poco a nivel moral y ético de quien disponía de emolumentos suficientes para no estar pagando 400 euros como inquilina en una vivienda de la calle Serrano Orive, demostrando que pensaba más en ella misma que en esas políticas sociales que propugna su partido para engañar a la gente.

En este corolario de la trayectoria "brillante" de quien  se ha erigido en la dueña y señora del partido de los socialistas, también hemos de poner en su "debe" la obsesión por Vox y por el control de RTVCE donde colocó con nefasto resultado a Isaac Medina, cuyo período transitorio estuvo plagado de escándalos por el empeño del PSOE de situar a alguien de su cuerda, en un 'alarde' de respeto a la libertad de expresión y a la profesionalidad de los periodistas.

La abogada del turno de oficio, la que colocó a su hermana junto a ella de asesora, la que se angustió por un caso de contrabando mafioso y quien antepopne el ego a su salud, es la "nominada" para ocupar la representación del Gobierno en Delegación. Que Dios nos coja confesados y veremos si más pronto que tarde, protagoniza la teoría de Peter, de alcanzar el máximo grado de incompetencia con este fulgurante ascenso de quien no está capacitado para asumirlo. El tiempo lo dirá. Su carácter, de cascarrabias es para hacérselo mirar según quiénes han topado con ella. Un talante nada conciliador ni dialogante para el puesto a desempeñar, anticipan. Su perfil es de partido y no de cualificación o trayectoria rutilante de méritos. Cristina Pérez Valero encarna a la perfección el contenido del libro "Mediocracia": cuando los mediocres toman el poder y del que es autor Alain Deneault. Muy recomendable su lectura porque constata el triunfo de lo mediocre en nuestra sociedad.

Veremos cómo se las apaña en la Plaza de los Reyes y cómo se sitúa esa institución ante la otra dominante en Ceuta, la Ciudad Autónoma en manos del PP de Juan Vivas quien ya hila relaciones de nuevo, desde hace semanas, con Gutiérrez y se pondrá al servicio de Pérez Valero al primer golpe de tacón con los ecos de Pedro Sánchez para escarnio de unos populares, Ayuso, Moreno... Feijóo que verán una vez más a su representante autonómico en Ceuta salirse del carril político de Génova.