El Rey Felipe VI ha hecho una apelación a la unidad de todos los españoles "sin divisiones ni enfrentamientos" en la apertura solemne de la XV Legistura, un acto protocolario que pone el contador a cero de un mandato marcado por los pactos del PSOE, la aprobación de la ley de amnistía para los condenados por el procés y en un momento de elevada crispación política.

"Necesitan una España cohesionada y unida en la que puedan desenvolver sus vidas y proyectar sus ilusiones", ha afirmado en relación a las generaciones futuras, que también ha recordado que para estos jóvenes "la democracia no es una aspiración, sino que han nacido en ella", para incidir en el "gran éxito colectivo" de la Constitución".

Un acto que ha acogido el Congreso de los Diputados ante la presencia de las Cortes Generales, los representantes de las Cámaras Alta y Baja, en el que han acompañado al monarca la reina Letizia y la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, en el que también ha tomado la palabra la presidenta del parlamento español, Francina Armengol. 

"El reconocimiento de nuestras diferencias, unido al mútuo respeto y la certeza de que sólo superando las divisiones tienen una base seguras las libertades y los derechos, fueron todas actitudes determinantes", ha afirmado Felipe VI.

El Rey también ha felicitado a Pedro Sánchez, elegido presidente del Gobierno, y el resto de partidos políticos que han participado en las rondas de contactos de las dos investiduras, la del candidato socialista y la fallida del popular Alberto Núñez Feijóo. También ha subrayado el juramento de la Constitución de la princesa Leonor, como símbolo de continuidad con el proyecto constitucional. 

Sin aplausos de la oposición

Por su parte, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha pronunciado un discurso que no ha gustado a los partidos de la oposición, PP y VOX, a que sólo han aplaudido los parlamentarios socialistas y los reyes de España.

Armengol ha comenzado su intervención con un recuerdo a las Cortes de León de 1188, el primer parlamento de la historia, para advertir del riesgo de erosión de las democracias "por el empeño de algunos", así como ha tratado otros asuntos como la guerra de Gaza e Israel, la lucha por las desigualdades o la redistribución de la riqueza".

Al término de la sesión, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha justificado su negativa a aplaudir en que cuando "la presidenta del Congreso no es la presidenta de todos los diputados y senadores y simplemente se comporta como una diputada de un partido, no merece el aplauso". 

"Hemos estado respetuosos, pero aplaudir esta provocación no nos parece adecuado. Insisto, es el peor discurso de un presidente del Congreso que yo he escuchado en mi vida", ha añadido ante los periodistas situados en la Carrera de San Jerónimo. .

Por su parte, la portavoz de VOX en la Cámara Baja, Pepa Millán, ha calificado como "impresentable" discurso de la presidenta del Congreso, "propio de quienes creen que las instituciones son su cortijo". "No gobiernan para los españoles, solo para los suyos y en contra de los demás", ha publicado en su perfil de X, la antibua Twitter.