La felonía "sanchista" con Sumar en contubernio a dúo, quieren hundirnos por sus propios intereses. Justifican lo injustificable para "normalizar" cualquier atropello por escandaloso que pudiera resultarnos. España se va a pique: 30.000 inmigrantes han llegado a Canarias en lo que va de año. El gobierno social-comunista, el de la “transparencia”, aquél que le decía a los españoles ese slogan tan progre de que su política era "para que nadie se quede atrás", hoy en el golpe de realidad comprobamos que, mientras hay españoles durmiendo en cartones en la calle, proporciona hoteles de cuatro estrellas a toda la caterva de inmigración descontrolada que nos llega servida por las mafias y las ONG´s que viven de ella, acusando al que proteste de esta invasión de xenofobia e inhumanidad.

Alarmó en una campaña electoral la comparativa que hizo Vox de lo que nos cuesta un MENA y la pensión que cobran algunos de nuestros abuelos. Hubo recurso judicial por el revuelo de los "podemitas" que la Justicia denegó con la estrategia de ocultación que pretendían los progres, esos mismos que dicen ahora que conformarán un gobierno de progreso (a base de echar de España a todo el IBEX con ese impuesto permanente a las grandes empresas) imponiendo una política venezolana a base de establecer las miserias con las que nos atrapan: Euribor por encima del 4,2%, la inflación subyacente en el 3,5%, el aceite con una subida del 137% y la cesta de la compra en el 10,5% de subida. Pero lo que le preocupa a Pedro Sánchez y a Yolanda Díaz, estos que dicen mirar por los trabajadores es su poltrona, defender sus propios intereses millonarios y el acuerdo con un fugado de la justicia española. El que se atrinchero en Waterloo donde Napoleón el 18 de junio de 1.815 sufrió una derrota que le llevó al exilio, marcando el fin definitivo del imperio francés, es desde donde  Puigdemont quiere "exiliar" de la democracia, la Constitución y el Estado de Derecho a Pedro Sánchez, quien se jacta de haber evitado que Abascal estuviera en un pacto de gobierno con el Partido Popular pero que, sin embargo, no tiene escrúpulos en  normalizar su relación y cesiones ocultas con un prófugo de la Justicia  como Puigdemont. Es como si el bandolero El Tempranillo estuviera negociando su amnistía con el gobierno de turno para que le eximiera de sus fechorías por la serranía de Ronda.

Lo peor del caso es que los que se autocalifican de progresistas, quieren hacernos ver con normalidad que es algo inocuo pactar con el chantaje permanente de alguien que está fuera de la ley y que, a su vez, quiere aprovecharse de los resortes que pudieran beneficiarle sin haber cumplido antes con la justicia. Puigdemont quiere hacer negocios con Sánchez sin pagar la factura del "procés", como si ésta no fuera con él. Y para mayor inri, hacer desaparecer las responsabilidades judiciales e, incluso, culpar al Estado de cometer un "error" con el "procés". Una tropelía más bendecida por quienes están llamados a defender el Estado de Derecho y la Constitución como son el presidente del Gobierno incurso de lleno en esta flagrante ilegalidad tan escandalosa como infame y su vicepresidenta segunda, que se cree la "reina de los mares" con reuniones de todo tipo con sediciosos acá, allá y acullá. Vulnerar las instituciones desde las propias instituciones es la mayor ignominia que cabe y una aberración antidemocrática. Y en cuestión de los personajes partícipes en esta tropelía, los actores no desentonan de la trama:

Gonzalo Boye, abogado de Puigdemont ejerció como abogado de Sito Miñanco, a quien los investigadores lo sitúan como el cerebro de una maniobra para blanquear los 889.000 euros que incautaron a la banda en 2017. Es obvio que en este pacto de investidura prevalece la delincuencia a alto nivel capitaneada por el presidente del Gobierno de España. Un felón que quiere maniatar al Consejo General del Poder Judicial, al Tribunal Supremo y al Estado de Derecho, incluyendo la Constitución española ( como si fuera papel mojado) para aferrarse al sillón a cualquier precio. La Unión Europea parece que, en cuestión de reescribir condenas y eximir delitos no està por la labor, como ya ha hecho Europol, desestimando la propuesta de Sánchez de sacar de la lista de terroristas a quienes dieron el golpe de Estado en Cataluña. Como diría Luis del Val: "Pedro 1º El Mentiroso y dictador a tiempo completo".

¿No son ya suficientemente infamias las protagonizadas por estos que corrompen el orden y las normas, manipuladores de esta macabra operación para llevarlos a todos al Tribunal de Justicia de la Unión Europea?

Aviones, buques, helicópteros de SASEMAR para localización de inmigrantes en el Atlántico, dispositivos policiales y de emergencia a su llegada, letrados, intérpretes y Fiscalía en el proceso de identificación, centros de corta estancia durante unos días, ferris privados para el traslado insular, aviones fletados para un plan integral, alojamiento en hoteles de cuatro estrellas a pensión completa. ¿No se extrañan que no venga toda África con tantas comodidades? Y todo a cuenta de nuestros impuestos, como forma interesada de aludir a la solidaridad para quienes dicen venir desvalidos y se muestran bien fuertes, robustos y musculados sin síntomas de no haber pasado hambre, sin mujeres, ancianos o niños. Una invasión tolerada y fomentada desde el gobierno social-comunista que los reparte con nocturnidad y alevosía por todo el territorio nacional y en Comunidades donde gobierna el Partido Popular. ¿Cabe mayor maldad en Pedro Sánchez?

Para colmo de males, Pedro Sánchez en una comparecencia que hace en la Unión Europea, elimina Ceuta y Melilla del mapa de España, ignorando los territorios de las dos ciudades autónomas. Un felón que ha denigrado a España como representante europeo y un político marginado por las grandes potencias, conocedoras de su mediocridad como hombre de Estado.

Para completar el puzle de despropósitos, el Gobierno de Sánchez y Sumar tramita los indultos a nueve condenados del caso ERE, el mayor saqueo de las arcas públicas por malversación y prevaricación. Una situación que, según el barómetro de octubre publicado por El País y la SER, si se celebraran ahora las elecciones el PP avanza, Vox se recupera y Sumar retrocede, penalizando al conjunto de la o izquierda: El PP alcanzaría los 144 escaños, Vox 30 con Coalición Canaria y UPN lograría mayoría absoluta, mientras el PSOE quedaría en 124 escaños, Sumar en 23, sale malparado de los acontecimientos del último mes. Una situación acrecentada por el hecho de que las víctimas del volcán de La Palma siguen en barracones y los inmigrantes ilegales en balnearios. Es la política de progreso de PSOE y Sumar.

Este domingo la gran manifestación contra la amnistía en la plaza de Colón es el aldabonazo ciudadano de repulsa por la unidad de España contra una minoría separatista. Las extravagancias políticas de la progresía "fake", está generando más pobreza, una economía precaria y utiliza cortinas de humo, ahora no con la guerra de Ucrania sino con el conflicto en la Franja de Gaza como antes lo hizo con la pandemia del COVID y las crisis económica mundial. Mientras, la política dirigida con el mando a distancia de Puigdemont como ha puntualizado algún histórico socialista, nos sitúan en la película y en el canal que interesa a Pedro Sánchez: la visión de normalidad a la mayor aberración política de la época democrática en España. La sociedad está obligada a rebelarse e impedir que, quienes nos confinó de manera anticonstitucional campe a sus anchas y haga de su capa un sayo y convierta a España en una república bananera. Sánchez quiere llevar a España a la batalla de Waterloo con Puigdemont manejando el mando a distancia.