Vivimos con estrépito la provocación en tiempos convulsos. La guerra de Ucrania con la invasión rusa no despertó tanta controversia como la confrontación en la Franja de Gaza entre el grupo terrorista Hamas e Israel, porque se ha revestido intencionadamente, con el marchamo de un ataque judío al pueblo palestino, camuflando el terrorismo como antaño se hizo en España con los asesinos de ETA que justificaba sus atentados.

Se han dado manifestaciones proPalestina en muchos lugares obviando la provocación inicial del conflicto a cargo de Hamas. Ni para la izquierda totalitaria española, ni para quienes ellos manejan, los terroristas parece que no existen. Un paralelismo con España, cuando ETA ponían bombas y asesinaba con el tiro en la nunca, argumentando primero la dictadura franquista y después la democracia de la Transición que no aceptaban. Siempre había un "pero" una moneda de cambio pendiente, un déficit de los españoles hacia los que planteaban impuestos revolucionarios de extorsión empresarial, secuestros en zulos en el País Vasco francés, coches-bomba o atentados espeluznantes como el de Hipercor en Barcelona o la casa-cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza.

Ahora, un infame pacto de investidura de Pedro Sánchez, hace saltar por los aires el viejo socialismo salido de Suresnes, aquél que dejó de lado el marxismo, y para un partido que era de Estado, ha surgido el "Sanchismo", un remedo perverso al servicio del egocentrismo de un político sin principios ni valores, al que el sumiso Juan Vivas, llamó "mi querido presidente" catorce veces con ocasión de su visita a Ceuta en aquélla invasión de mayo de la que todavía habla en el Senado, y que no fue presión migratoria sino claramente invasión pura y dura.

Lo cierto es que la estrategia política de ETA ha logrado su objetivo: entrar en las instituciones influyendo en ellas tras esparcir sangre inocente con asesinatos atroces y tiro en la nuca. Y este PSOE al que "no lo conoce ni la madre que lo parió" que diría Alfonso Guerra, nos quiere hacer comulgar con ruedas de molino blanqueando a Otegui de quien El Mundo viene publicando un serial de sus atrocidades con ETA: "Sabemos muy bien las dos formas en que Otegui puede mejorar la vida de los españoles: matándolos o perdonándoles la vida, si bien a cambio de un rescate".

El Mundo publica que los informes policiales apuntan a la participación de Otegui en 9 secuestros y un asesinato. ¿Con esta actividad terrorista el PSOE puede pactar con este individuo? Doce etarras detenidos responsabilizan a Otegui de este bagaje sanguinario con un "modus operandi" despiadado de torturas con un axioma: "En caso de que dé problemas, le ajusticiamos", dijo el político y diplomático secuestrado, Javier Rupérez.

El principal socio de Sánchez, condenado a seis años de cárcel, podría tener aún muchas cuentas pendientes con la justicia que podrían acarrearle bastantes años de cárcel. Ahora bien, con los indultos de este gobierno corrupto (como hizo con los golpistas del "procés"), o como ahora quiere hacer Sánchez con los condenados por el saqueo de los ERES de Andalucía, se "limpia" al mayor delincuente al igual que se pacta con un prófugo de la justicia, sin el menor recato. Y cabe preguntarse: ¿Qué justicia tenemos en España para que se convierta en un traje "Pret a porter" como si estuviéramos en una fábrica de corte y confección?

El desastre institucional es un órdago a la grande de cómo funciona el sistema que trata con desigualdad al ciudadano. Por ejemplo, en Ceuta, el Gobierno de Juan Vivas da muestras más que elocuentes de tolerancia, pasividad, negligencia o cuando menos de presunta prevaricación, cuando desde la Consejería de Transportes se inhiben en sancionar y paralizar la circulación de más de una treintena de camiones que operan en la ciudad y desembarcan a diario en el puerto, carentes de la preceptiva Tarjeta de Transportes. Un hecho nada oculto pero sí tolerado con actitud negligente y, a sabiendas, la excusa de la oficina de transportes es la falta de personal, cuando sólo con introducir el NIF de las empresas en circulación en la aplicación de la Consejería de Alejandro Ramírez de Registro de Empresas y Actividades de Transporte, se accede con facilidad a los títulos habilitados en vigor (autorizados para el ejercicio de la actividad, licencias, competencia profesional, cualificación del conductor) asi como de los vehículos inscritos en el Registro de Empresas y Actividades de Transporte en los términos establecidos en la Ordenanza al respecto.

Cada mañana, a las 9 horas procedente de Algeciras, esos camiones indocumentados desembarcan en Ceuta, sin que guardia civil los paralice al carecer de la documentación legal para operar. Una retahíla de anomalías institucionales encadenadas tan clamorosas como permisivas, según de quién se trate al igual que hace Sánchez con sus pactos políticos, a conveniencia de quien maneja los hilos. Poco importa poder caer en presuntas prevaricaciones de los implicados por no cumplir con su obligación y, conociendo como por ahí circula una denuncia formal al respecto, se van derivando responsabilidades para mantener una situación ilegal flagrante, dando así cobertura a la competencia desleal de quien se permite romper el mercado en precios fuera de mercado por los "favores" políticos que recibe por mirar para otro lado.

Esta ciudad no podrá progresar nunca porque los mismos dirigentes políticos al servicio de las estructuras económicas que actúan como poderes fácticos, impiden el desarrollo o que alguna empresa de la península acceda a proyectar el modelo económico local. Se trata de un mal endémico tutelado desde las cúpulas que llevan a esta ciudad al declive: cada vez más establecimientos cerrados. La calle Real es penosa con persianas bajadas, el centro comercial Parques Ceuta, otro tanto. Y mientras, determinados grupos económicos de presión, se permiten decidir y opinar cuál es el pacto más idóneo a sus intereses, para forrarse a manos llenas.

La legalidad nacional y local está muy mal valorada. En uno y otro caso nos venden humo, se "blanquea" lo que haga falta por infame que pueda resultar. Si ETA y Otegui asesinaban personas en los años de plomo, aquí en Ceuta, en sentido figurado, lo que se está "asesinando" es el proyecto de vida de muchas personas por la política entreguista a intereses espurios de Juan Vivas, el declarado patriota y adalid de la convivencia local. Del destino del dinero público y de la identidad de sus destinatarios, más vale no hablar, ¿verdad Juan? Se está dinamitando una ciudad en declive aniquilada por algunos de sus propios "caballas" como Saturno que devoraba a sus hijos. Y ya saben que Ceuta tiene mucho de mitológica y el símil le resulta harto apropiado.