Convulsión internacional por el conflicto bélico en la franja de Gaza. Informaciones de todo tipo nos sobrecogen por la crueldad de los episodios. Un sinvivir de estruendo, un relato de calamidades y situaciones infrahumanas. Un conflicto, en definitiva, desencadenado por el grupo terrorista Hamas que ha destapado la Caja de Pandora y ha derivado las consecuencias de ese ataque a límites imprevisibles.

La izquierda nacional se ha posicionado con Hamas cuyo brazo lleva las riendas de Gaza hasta el lamentable ataque, nada extraño después de hacerlo en España con ETA y los golpistas del independentismo catalán. Un partido como el PSOE afín a los delincuentes, no es extraño que comparta infamias. Siendo Bildu, Ezquerra Republicana y Junts, quienes están manejando el tablero del perverso pacto de Pedro Sánchez por mantenerse en el poder, nada es extraño y, menos, las arengas de esa política con pasado traidor en Galicia que es Yolanda Díaz, ahora líder de Sumar (ese conglomerado de partidos minoritarios que buscan su parcela de poder). La misma que hizo el "fichaje" en Valencia de la antisemita ceutí, Fátima Hamed, que pasará a la historia por aquélla manifestación en Plaza de los Reyes que la encumbró en los portales tecnológicos, en un vídeo que las redes sociales difundieron y ahora han vuelto a la actualidad, donde se proclama con fanatismo exacerbado cuando decía micrófono en mano su compañero de escenario: "En la Torá los judíos dicen que son el pueblo elegido, juro por Dios que nos vais a temer hasta el día del juicio final". Se le fue de las manos...

Que esto pase no en Teherán ni en Gaza sino en el corazón de Ceuta con una política que lidera un partido con tres escaños en la Asamblea de la ciudad y que encima tiene el cinismo de erigirse en defender la convivencia, es el mayor sarcasmo que podríamos escuchar de esta 'política' de ultraizquierda con la que el no menos impostor Juan Vivas (al que se le llena la boca de agrupar en el mismo saco a todos, sin importar religión, ni credo ¿ni tampoco promover la Guerra Santa?), dice defender la convivencia y tuvo la cobardía de permitir a esta radical islamista llevar la propuesta de "non grato" al Pleno de la Asamblea contra el líder de Vox, Santiago Abascal "por antidemocrático y antipatriota", decía esta activista que permitió llamar a la yihad desde un "púlpito" donde en apariencia defendía a Palestina pero que en el fondo del manifiesto se proclamó algo muy diferente. ¿No había ahí delito de odio hacia el pueblo judío? Mohamed Alí que siempre manejó la islamofobia como moneda de acusación generalizada, no apreciaría ahí motivo alguno de alterar la convivencia en Ceuta.

El pasado 20 de agosto los medios locales titulaban: "El Gobierno de Ceuta, en manos de MDyC". Y Vivas, este Día de la Hispanidad, tan orgulloso de su patriotismo, en la parada militar presidida por el Rey de España. ¿Cabe mayor contradicción? Una permanente y perversa trampa saducea, gracias a una clase política infame y a cierto periodismo parásito que vive de ella, sitúan a España fuera del mundo en el que viven y escupen, estos suicidas gozosos, que silencian lo que les interesa y señalan con el dedo acusador, etiquetando a quienes detestan. 

Los dogmatismos llevan a calificativos de misógino, masón, rojo, vendepatrias y fascista en un ámbito de linchamiento colectivo y disparatado. De ahí que los comportamientos enconados, fanáticos y abyectos, se "normalicen" por parte de la izquierda y a quienes promueve la "yihad" se le considere adalides de la convivencia en Ceuta y a Santiago Abascal un antipatriota, además quienes se proclaman antisemitas están a un paso del nazismo, mientras que Vox ha defendido en este conflicto al pueblo de Israel que está sufriendo la mayor masacre por parte del grupo terrorista Hamas después de Hitler. El único partido político que se ha posicionado públicamente con el pueblo judío ha sido Vox a quien los partidos promarroquíes, Sumar y el PSOE lo tachan de ultraderecha y hasta Fátima Hamed se permitió calificarlo de antidemocrático y antipatriota. ¿Cabe mayor sarcasmo?

Vivas se ha convertido en un Pedro Sánchez de andar por casa: compartiendo cualquier postulado y situaciones que se quedan en palabrería de charlatán de feria. Envuelto en un terreno de permanentes contradicciones, emulando a Sánchez (su "querido presidente"), es capaz de pactar con cualquiera con tal de mantenerse en el poder. Sin criterio, sin coherencia y, por supuesto, sin ideología.

Dispuesto a pactar con MDyC de Fátima Hamed protagonista de un mitin exacerbado y fanático, a la vez que defiende la convivencia; la misma que se hace la foto por la violencia de género y calla ante las atrocidades de los talibanes y de Hamas con las mujeres compartiendo silencio con las feministas españolas. Junto a ella, un Vivas patético, carente de principios, obsesionado con Vox y dispuesto a vender su alma al diablo con tal de gobernar cuatro años sin sobresaltos. Estos son los políticos que tenemos, como Mohamed Ali, otrora en manifestaciones en favor de Palestina en la Gran Vía y hoy empleado a sueldo del empresariado que él repudiaba. Las puertas giratorias obran estos milagros y esta indecencia porque "poderoso caballero es don dinero". Ya saben que por dinero baila el perro, pero no se puede pasar por todas a no ser que los principios y los valores se tiren al vertedero de la basura y nunca mejor dicho, en este caso. Todos ellos han demostrado que tienen un precio.