Ocho meses después de su detención y encarcelamiento, el expolítico y reputado médico, Javier Guerrero continúa en prisión. Acaba de conocerse -por fuentes de la familia- que aún la Guardia Civil no ha entregado las pruebas informáticas que permitirían fundamentar la petición de su puesta en libertad por parte de la abogada que le lleva el caso, ni tampoco requerir su declaración ante el juez, cuando nos encontramos, a mi entender, en una escandalosa situación judicial de vulneración de la presunción de inocencia y de los derechos fundamentales de igualdad a nivel judicial  por cuanto los incursos en la reciente trama descubierta de prostitución infantil, se encuentran en libertad, mientras que Javier Guerrero todavía se le mantiene encarcelado y, desde el primer momento, se produjo contra él un orquestado proceso de "muerte civil", siendo lapidado en medios de comunicación corruptos y sobornados por el dinero público de Vivas, como el gran monstruo que se ha querido hacer de él, con una trama político-judicial sin parangón en Ceuta, donde la delincuencia común, el narcotráfico e incluso el yihadismo, no son abordados con idéntica contundencia ni seguimiento tecnológico, como se dice, han hecho con el doctor.

Se habla en el caso Guerrero de "una causa sin víctimas", lo que situaría un escenario surrealista y aberrante. Lo cierto es que tanta manipulación de retrasar la entrega de pruebas fundamentales para tramitar su libertad, requiere de una protesta formal ante el Consejo General del Poder Judicial para desvanecer ese halo de dudas que rodean este entramado judicial en el que se han divulgado rumores con supuestos nada concluyentes.

Los comportamientos negligentes se han sucedido como una jugada de naipes: desde el inicial sobreseimiento de la causa paralela (con testigos de la falsedad de las imputaciones) por el Juzgado número 2 por las denuncias de testimonios que dijeron sentirse presionados para realizar declaraciones falsas, hasta el reiterado rechazo de pruebas que requirieron numerosos recursos a la Audiencia Provincial, y que la Sala Sexta señaló al Juzgado Instructor que no procedían, hasta la implicación de un supuesto de amenazas de testigos que se presentó como acusación popular para desvanecer los falsos testimonios con presiones contra Guerrero.

Estamos ante una situación en la que Juan Vivas y Antonia Palomo no son ajenos, su tutelaje de MENAS deja mucho que desear cuando se descubre una trama de prostitución de menores en Ceuta al estilo de Baleares y del caso Mónica Oltra en Valencia con su depravado marido. Sin embargo, todos los acusados de esas prácticas quedan en libertad, y se silencian sus identidades, mientras Javier Guerrero es víctima de un proceso judicial con demasiadas interrogantes y muchísima publicidad con artículos de opinión a "medida" de los intereses del gran pagador que es Juan Vivas.

De los vínculos de la política y la Justicia, Pedro Sánchez está dando muy buena prueba de cómo se manejan los hilos, al igual que dejó bien claro quién manda en la Fiscalía: él. Además de otros ámbitos institucionales como el Tribunal de Cuentas, más conocido como de Cuentos (que mientras gobiernen en Ceuta PP=PSOE jamás meterá mano a saco). Mientras que los ascensos de jueces en su carrera profesional dependan de los políticos, el daño estará hecho. Pedro Pacheco el exalcalde de Jerez ya definió antaño su particular concepto sobre la Justicia y los hechos concatenados no hacen mas que darle la razón con el paso del tiempo que es el juez inexorable.

La amnistía que se está "trabajando" el Gobierno de Sánchez y Sumar, es el más palmario ejemplo de cómo se las gastan los políticos corruptos con el Estado de Derecho, el mismo que está machacando a Javier Guerrero al que le aplican de manera inmisericorde la indefensión más brutal con la no presentación de las fundamentales pruebas informáticas para plantear su defensa y petición de puesta en libertad.

Cada vez estamos más próximos de una república bananera que de una democracia consolidada, donde las anomalías que se "fabrican" son tan escandalosas que nos llevan a la perplejidad y dejándonos estupefactos. Las tramas familiares de colocaciones con las conexiones de los diferentes poderes fácticos no dejan de ser otro hilo de conexión corrupta para llevar a la "muerte civil" al más pintado como es el caso de Javier Guerrero.

Las cañerías del establishment están más sucias que nuestras calles con la esperpéntica falta de limpieza de Trace. Y no digamos nada a nivel nacional donde todavía recordamos el crimen de Estado de los GAL con la cal viva que se produjo en tiempos de Felipe González y que ahora olvidaron en la memoria histórica PSOE y Bildu que solo se acuerdan de Franco y Primo de Rivera.

Maniobrar una amnistía inconstitucional desde el Gobierno en funciones es la perfecta muestra de cómo el poder institucional maniobra pisoteando la Constitución y el Estado de Derecho. Nada de extrañar que Javier Guerrero se encuentre en su actual situación con la maquinaria judicial al servicio de la política. Ya lo decía el mensaje bíblico: "Por su hechos los conoceréis". Y en Ceuta, siempre se dice que nos conocemos todos.