El aldabonazo que acaba de publicar El Debate sobre la el empleo como alto cargo en la Embajada de Túnez a la ministra de Zapatero, María Antonia Trujillo, la "non grata" en Ceuta y promarroquí declarada, lleva a una conclusión: el PSOE, tutelando la promoción de esta traidora a los intereses españoles y de integridad territorial, no debería presentar candidatura por Ceuta en estas Elecciones Generales. Un partido que, pese a las declaraciones promarroquíes de esta exministra de la Vivienda, aún le busca acomodo en la Embajada española en Turquía, es indecente, traidor a los intereses nacionales y, desde luego, invotable en Ceuta por más que Juan Vivas, aún más indecente, haya pactado con ellos y, quien sabe, si también tiene previsto hacerlo después del 23 de julio.

El órdago a la grande que María Antonia Trujillo y el propio PSOE acaban de dar a la candidatura socialista de Ceuta, es el mayor tsunami que podrían generar en plena campaña electoral, que viene a descubrir cuál es la hoja de ruta de la traición desde un partido que dinamita los intereses nacionales sin recato.

La debilidad de la candidatura socialista es patética. Resultó sorprendente (y ningún medio recogió la patochada de la candidata al senado María Blanca Gómez Serra) cuando en la noche electoral de la pegada de carteles en su intervención "se quedó en blanco" y solicitó con nerviosismo e inquietud a los medios que no grabaran su mensaje. Algo patético y ocultado que demuestra el nivel de quienes se presentan con un precario bagaje que es propio de los Hermanos Marx.

Por otra parte, Hamed Mohamed Ahmed, "Adil", obsesionado con Vox (al igual que su jefe de filas, Pedro Sánchez), no cesa de acusar al partido de Santiago Abascal de racista y homófobo, que bien sabe que Ignacio Garriga es el llamado "el negro de Vox", líder en Cataluña de su formación, ¿cómo se atreve a llamar racista a Vox? y encima, partido homófobo ¿Cabe mayor cinismo e hipocresía?

En cuanto al suplente del candidato al Congreso, Melchor León parece que está inmerso en actividades empresariales a través de una empresa de juegos on line en nuestra ciudad. No parece ver con mucha claridad su futuro político cuando ya se encuentra navegando en otras alternativas.

Las descalificaciones desde el PSOE a otras formaciones, en especial a Vox, son de mucha ligereza y frívolas, cuando ellos tienen tanto que esconder y tanto de qué avergonzarse, si tuvieran un ápice de vergüenza. María Antonia Trujillo está siendo su peor aliada para esta campaña electoral en Ceuta, donde este PSOE nacional parece vivir sus últimos estertores de moribundo político.

Ceuta no puede, ni debe ni ha de querer, caer en manos de estos socialistas traidores, que promocionan a sus promarroquíes a puestos relevantes. Y menos aún, el pueblo de Ceuta puede depositar un voto a favor de quienes nos están vendiendo al vecino país. Hay que tomar nota de estas situaciones y casos: la candidatura socialista en Ceuta debería retirarse para evitar constituirse en un insulto a la inteligencia de todos nosotros, "caballas" de bien. Convertir la mentira en la forma de conducirse en la vida, aunque sea en política, es indigno, despreciable y obsceno.